HIPÓCRITAS

Lo fácil es hablar. Lo difícil es hacer. Son los actos, romper con tus egoísmos y tus soberbias. Esa es la clave para saber si puedes poner en práctica la teoría que has aprendido. Un error histórico que cometen las izquierdas es que, en muchos casos, hacen algo distinto de lo que se pregona.

No se puede hablar de democracia y apoyar a Chávez o a Fidel. No puedes intentar comunicarte con el resto del mundo y hablar solamente mirando hacia tu ombligo de forma que apenas se te entenderá nada. No puedes dar lecciones de apoyo hacia los demás cuando ni tan siquiera abres las puertas de tu casa a un amigo tuyo que la necesita.

No te puedes llenar la boca con la pobreza y luego no colaborar en ninguna ONG o cualquier otro organismo que luche por cambiar el mundo. No puedes erigirte en defensor de la libertad de expresión y luego pisar el cuello a otro que libremente ha utilizado su derecho a opinar. No puedes ser un defensor de la igualdad mientras le recuerdas al otro que es de "inferior condición" a tí.

Esos son los que un amigo mío definiría como "hippies depilados". También he oído la frase "comunistas de salón" o "falsos progresistas". Me da igual. Sé a qué me refiero. Y sé que tengo un blog, que no es 'La Vanguardia' o 'El País', sino mi blog, y en él voy a poder seguir opinando como quiera. Con respeto. Sin componendas. Con libertad... para mí y para todos.