Recordemos el caso. Una familia acusa a un profesor de acosar sexualmente a uno de sus hijos, de trece años. En concreto, el escrito de los padres dirigido a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía dice que el profesor siguió al joven al baño y allí le conminó a que le tocara sus partes (las del profesor). Bien, esta noticia ha levantado una polvareda espectacular en todo el pueblo y también en este blog. En primer lugar, debo decir que todas las informaciones que hasta el momento he ofrecido (insisto, todas) son ciertas y están debidamente contrastadas.
Ahora van una serie de datos que he conocido en estos últimos días y que pueden ayudar a dibujar un panorama más detallado. Sobre la familia denunciante, debo destacar que no todos los miembros de la misma son iguales. La madre es una mujer normal que quiere a sus hijos. Los hijos son desiguales en su manera de ser pero el comportamiento del presunto agredido dista de ser ejemplar. Y su hermano fue expulsado durante un mes del instituto. El verdadero foco de conflicto estriba en el padre, apodado "el señorito", y que ha creado mucha inseguridad en el pueblo. En su momento, el hombre fue detenido por malos tratos. Tiene antecedentes penales. Todos estos hechos, pese a que desacreditan a parte de la familia denunciante, no guardan relación con el presunto caso de acoso sexual.
Lo que sí entra de lleno en la cuestión es que la familia presentó una primera denuncia en el cuartel de la Guardia Civil contra el profesor 'tan sólo' por emplear violencia física contra el chaval. En un segundo escrito, en este caso bajo el asesoramiento de un abogado y con la información que a la madre le faltaba, se añade lo del presunto acoso sexual. Ese escrito fue presentado a la delegación de Jaén de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Un inspector fue el lunes 29 a hablar con el profesor, el director y la madre. El caso sigue adelante y la acción de la Junta, también. Si la Junta ve indicios de delito en el profesor, pasará toda la información al juzgado.
En cuanto al presunto caso de un chaval con síndrome de Down, no hay mucho más que añadir al margen de lo que ya expliqué. Ahora el chico está en casa de sus padres, tras haber salido de una residencia. Entre todos le cuidan e intentan que salga adelante. Los padres denunciaron al profesor y, según me cuentan, retiraron la denuncia después de que el director del centro y el propio docente se presentaran en su casa para hacerles firmar un papel por el que retiraban la denuncia. Según la madre, le enterneció el sufrimiento del profesor y por eso abandonó las acciones contra él.
Esto es lo que puedo añadir a lo que ya conté de un caso de claro interés informativo. Para mí, la presunción de inocencia es algo imprescindible en cualquier democracia, pero está claro que los hechos no se han esclarecido y que el tema es de interés general. Vuestras opiniones serán de nuevo bienvenidas, respetadas y valoradas. Como siempre.
3 comentarios:
Ya veo.... estás rectificando, bueno no todo iba a ser malo.
¿Pero porqué investiga Educación y no otras personas?
como bien dices,si la delegacion encuentra indicios de acoso,remitira el caso a la justicia,pero mucho me temo que no va a ser asi,ya que lo del acoso sexual es una invencion de esta familia y si ese inspector ha hecho bien su trabajo ya estara al tanto de la verdad ya que los niños del centro vieron todo lo que paso y creo que es la palabra de un niño contra la de muchos.
En cuanto a lo que dices del comportamiento de este alumno,vuelvo a hacer uso de tu paguina para recalcar que son muchos los alumnos que sueñan con este niño....o mas bien son PESADILLAS lo que tienen.
Por cierto,como dice el amigo Polilla ¿porque no han denunciado el acoso ante la justicia?pues porque son unas acusaciones muy graves y se les pueden volver en su contra,eso es lo que pienso.
Buceando hoy por internet me he encontrado con el "caso Cambil", un término muy periodístico, que no hace más que inflar unos hechos que si el ilustrado blogero conociese de primera mano ni se atrevería a opinar.
Soy de Cambil, conocedor del pueblo y su gente, sufridor de parte de esta familia, y antiguo alumno del citado profesor. Somos muchas generaciones de alumnos las que pondríamos nuestra mano en el fuego por una persona respetable, sensible, culta y con el único defecto de ser hombre de carácter irascible en ocasiones y algo afeminado (es por ésto por lo que es víctima de esta acusación).
Para empezar, la credibilidad que tiene una familia de etnia GITANA (se que levantará ampollas, pero todos hasta el más pintado lo pensaría), cuya madre es prostituta eventual (datos más que contrastados), es más que dudosa. Conozco al "señorito", que también es conocido en pueblos de los alrededores por sus "barrabasadas", un tipo sin escrúpulos que es capaz de ser el proxeneta de su mujer por poco más que un vaso de vino, claro, a espaldas de su etnia. Tampoco extraña que busquen cualquier acusación para sacar tajada económica. Sr. Lunaro, en lugar de pregonar sus contrastados datos, paséese por el pueblo y pregunte por las dos partes; se le caerá la cara de vergüenza, porque usted no ha sido más que una víctima de su clase, la periodística, una clase necesaria para la sociedad, pero informada a medias, que sabe de todo y de nada a la vez, y que además tiene no valentía sino temeridad (es distinto) lo que lo hace opinar, acusar, enturbiar, crear olas de opinión en las masas, etc. aparte de otras perversiones del lenguaje, influencia sobre los gobernantes...
En conclusión, la ignorancia es muy osada. Infórmese Sr. Lunaro, antes de pavonearse de que todo lo que escribe en su blog es cierto. Nadie tiene la verdad.
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