¿Y AHORA QUÉ HACEMOS?

Bueno, ¿y ahora qué? Después del tostón de partido que ayer vimos entre España y Rumanía, ¿qué queda?, ¿una selección joven o una selección más experimentada?, ¿buscamos más jugadores?, ¿hacemos jugar a la sub 21?, ¿o quizá directamente a un equipito de juveniles?, ¿hacemos un chanchullo para nacionalizar a Ronaldinho?, ¿en vez de jugar con medio Valencia jugamos con medio Real Madrid?, ¿echamos a Luis Aragonés?, ¿echamos a Villar?, ¿echamos al público?

En serio, la selección se encuentra en una situación más que crítica. Tiene más el balón, pero no marca. Tiene a dos delanteros excelentes como Villa y Morientes, pero el suministro de balones falla, pese a jugar un 'crack' como Xabi Alonso. Silva hizo un excelente papel por la izquierda, o incluso cuando se iba hacia el centro, pero una flor no hace verano. El contragolpe rumano o de cualquier selección débil puede desmoronar el débil castillo de naipes construido por Luis Aragonés. Así las cosas, con la selección en serio peligro de cara a la clasificación para la Eurocopa, con un poder mediático fuerte dispuesto a derribar a todo el 'staff' federativo, es muy difícil trabajar con estabilidad.

En la modesta opinión de este humilde periodista sólo cabe una solución: seguir trabajando. Estamos ante los experimentos de un partido amistoso. No perdamos de vista eso. Además, un cambio de seleccionador ahora no va a resolver nada. Siempre he pensado que los cambios hay que hacerlos a final de temporada, de acuerdo con el balance que se haga de los resultados obtenidos. Y en el caso de las selecciones nacionales, las temporadas tienen dos años de vida: fase de clasificación y Eurocopa o Mundial. No hay más. Si Luis se va, que sea cuando no haya clasificado a España para el Europeo de Selecciones. No antes.