Ayer fue el día contra la violencia de género. Lamento no haber dejado ningún testimonio en este blog con la prontitud que la jornada merecía. Ayer estuve en un acto teatralizado sobre este asunto. Hubo flamenco, romances de ciego, alguna lectura poética, danza y un final esperanzador con la interpretación genial de la canción 'Gracias a la vida' a cargo de Carmen Moreno. La 'performance' (me cuesta llamarlo espectáculo) tenía mucho de alegórico y de sutil. Y me emocioné.
Yo la verdad es que no sé qué hacer más para concienciar a la sociedad sobre este problema. Para que la masculinidad se base en nuevos modelos. Para que ser mujer sea otra cosa. Y para que los ciudadanos se atrevan a denunciar y no sean cobardes. No sé. Puede haber mil pulseras para que las órdenes de alejamiento se cumplan (que sólo hay dos en Madrid, según la web de Rocío Estepa) o fiscales especiales (aunque los medios luego brillen por su ausencia). Hacen falta muchos más recursos para que no estemos solos.
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