El balón o se quiere o no se quiere. Eso es lo que diferencia los dos grandes tipos de fútbol que nos podemos encontrar. El que quiere el balón lo tiene más tiempo y busca el gol elaborando jugadas propias. El que no quiere el balón lo entrega al rival y busca el gol aprovechando el fallo del contrario. Actualmente el Barça es del primer grupo y el Madrid pertenece al segundo. Y lo que hemos visto este fin de semana, por lo desarrollado en el Camp Nou y Mestalla, es la perfecta expresión de ambos conceptos.
El Real Madrid rentabiliza un único gol hasta el límite de lo soportable. Raúl marca en una jugada previsible y el resto del juego madridista es esperar al Valencia y ver si con un centro o un contragolpe pueden lograr el segundo... pero tampoco importa. Como tampoco importa que Angulo y Vicente tuvieran el gol en sus pies. Importa el resultado y los tres puntos. En cualquier caso, los tres puntos del Madrid valen igual que los del Barça. Con una diferencia. Los blancos ganan con avaricia y los culés se llevan la victoria con generosidad, con el golazo de Ronaldinho y el esfuerzo colectivo de Xavi, Deco e Iniesta.
Me gusta hacer ‘zapping’ entre las diferentes radios. Un compañero de Valencia dice que es el equipo ché el que lo merece y el que domina claramente el partido. Y el narrador enviado desde la capital del Estado le responde que “eso no es noticia porque al Madrid este año nunca le ha interesado dominar un partido”. Y es verdad. Mientras tanto, seguiremos disfrutando con el fútbol. Por favor, que la apuesta siempre sea esa: jugar a fútbol. Porque al fin y al cabo querer o no querer (el balón) es la cuestión.
1 comentario:
Pues yo me apunto al resultadismo, mientras siga funcionando claro. Buen blog, podríamos intercambiar links. Salu2
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