martes, noviembre 28, 2006

EQUIVOCARSE, RECONOCERLO Y SER JUSTOS

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Así cantaba Rubén Blades y así se siente uno con ciertos acontecimientos que suceden casi sin comerlo ni beberlo. A veces, no te lo esperas, lo tienes delante de tus narices y la bofetada te viene de frente. Como si fuera intencionadamente. Te gusta reconocer tus fallos. De hecho, eres el único de los que te rodean que reconoce abiertamente todas las equivocaciones, pero no quieres cargar con el peso de una responsabilidad que es de otros. Sin embargo, caes en la cuenta de tu porcentaje de responsabilidad (que lo hay) y de que comerte este tipo de marrones va en el sueldo. Por cierto, ¿en qué sueldo?, ¿cuál es el plus de marrones?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

"Me cago en la gente que se cree más que yo porque, al mismo tiempo, yo no me creo más que ellos, pero tampoco menos"
Impresionante. Tus compañeros de la UAB 91-96 todavía nos estamos riendo. Ay, Lunaro, Lunaro, saludos a Gilberto Moreno de mi parte. César Ger.

FlordeNoche dijo...

No te engañes, el sueldo nunca incluye pluses sino minus. Eso cuando tienes sueldo, claro... (hoy estoy pesimista)

Anónimo dijo...

Estimado Javier, soy Esteban Rubiales, director de la Fundación Tercer Milenio.

Me gustaría contactar contigo pero no encuentro tu correo electrónico en la página. Por favor, envíamelo a fundacion (arroba) iiimilenio.org.

Saludos.

yinyang mason dijo...

¡Saludos a la promoción UAB 91-96! Seguimos ahí... al pie del cañón.

Anónimo dijo...

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