Podemos hablar de lucha contra la involución anti-abortista, podemos echarnos a la calle, puede venir media España en tren hacia Madrid para que quede claro que las mujeres, y por supuesto los hombres, no vamos a tolerar un mazazo de mayoría absoluta que quite a la mujer la libertad de abortar. Evidentemente, la movilización tiene que venir de una reflexión responsable.
Es decir, del buen uso de los métodos anti-conceptivos y de la madurez al plantear una relación, y de saber si es un "rollete" o algo un poco más serio. El sexo es lúdico y gratuíto, pero hay veces que deja de ser un juego, especialmente cuando hablamos de la gestación de una vida, pero también de las consecuencias que ese embarazo inesperado puede tener en los planes de la futura madre. Estaría todo el día escribiendo y no acabaría jamás, pese a que mi posición inicial sobre el tema es que la mujer es la persona que tiene siempre la última palabra.
Dicho lo cual, yo prefiero una movilización sana, sin violencia y sin dar la nota. Y es que esta vez las de Femen la han vuelto a liar poniéndole los pechos delante y unas bragas pintadas de rojo al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela. Chicas de Femen, lo de la lucha por la mujer está muy bien, pero ya hartáis un poquito...
1 comentario:
A Jesulin le tiraban bragas en la plaza y le gustaba, no entiendo porque a Rouco Varela no le hace gracia.
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