La BBC es posiblemente hoy la cadena que más puede presumir de independencia informativa. Pero no sólo con ETA. Ante una noticia que no conviene a los conservadores británicos, los primeros en darla son los periodistas de la BBC. Es más, tanto con Tony Blair como con John Major de primeros ministros las dos fuerzas políticas que mandaban han criticado a “su” televisión por ser tendenciosa a favor de sus oponentes en la Cámara de los Comunes.
La BBC depende de la reina nominalmente y de los profesionales realmente. Es el paradigma informativo público por excelencia. El Telediario de las 9 de TVE habla de ‘motu propio’ de “escenificación” ante la Comisión de Verificadores, que “no reconoce ni el Gobierno de España ni el de Francia”. Por su parte, la BBC sólo comunica con hechos. Demuestra con imágenes inéditas cómo están los mediadores junto con dirigentes etarras encapuchados y afirma en su web que los terroristas están poniendo “una pequeña parte de (su) arsenal bajo precinto”. Pero son armas de ETA. El 1 por ciento sólo, pero algo es. Espero que la siguiente no sea por fascículos, sino un poquito más en serio.
Por otra parte, no voy aquí a poner por las nubes este desarme parcial, ni tampoco a ETA, que lleva una indecible historia de muertos. Pero también hace falta altura política para valorar el pequeño gesto, para que los vascos puedan decidir su futuro y para que los políticos en el Gobierno de España tengan la misma amplitud de miras que en su momento tuvieron Gerry Adams y Ian Paisley cuando, sin mirarse ni a la cara, se sentaron en una misma mesa para llegar a la paz en Irlanda del Norte y alcanzar un acuerdo que al final se logró.
También es cierto que cada cual trabaja para su electorado. Los nacionalistas saben quién les votará y los constitucionalistas no tienen más remedio que proclamar lo que las asociaciones de víctimas del terrorismo, potenciales votantes, quieren oír. Comprendo que son muchas esas voces nacidas del dolor, pero estoy convencido de que un día les encantaría pasear por las calles de sus pueblos en paz, sin miedos. Y supongo que entonces necesitaremos a la televisión pública británica para que nos lo explique mejor que la nuestra.
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