Esta mañana he estado en Cambil, un pueblo de la provincia de Jaén, que se encuentra en Sierra Mágina. El tema que me ha tocado llevar ha sido un presunto acoso en el colegio. Se trata de la denuncia a un profesor que supuestamente ha maltratado y ha intentado tocamientos con un niño de 13 años. La familia denunciante dice que esto viene de viejas rencillas del director del colegio contra su padre, que también estudiaba allí. Ahora el que era profesor cuando el padre de la familia era joven es director, y el que ocupa su puesto en las aulas es que presuntamente ha realizado los tocamientos.
He ido al instituto y me lo niegan todo. El profesor estaba muy nervioso. No hacía más que mesarse el poco pelo que le quedaba y caminar arriba y abajo. Estaba pegado al teléfono hablando con su abogado y con el inspector de la Junta de Andalucía que en teoría debe presentarse mañana en el centro educativo. El director le apoya y ha mandado informes favorables a los responsables educativos. Ni profesor ni director me han hecho declaraciones, pero me dicen que han denunciado a la familia del chaval por amenazas.
He ido a la casa de la familia y me niegan tales amenazas. Antes he hecho varias consultas en el pueblo y todos coinciden en que son gente honrada y trabajadora. Me han dado su versión de los hechos. Me comentan que el profesor fue detrás del joven de 13 años al baño, se metió allí con él y le pidió que le tocara sus genitales (los del profesor), el alumno se fue corriendo de allí y el profesor le agredió. Siempre según la versión de la familia, el profesor pide a los alumnos que hagan el vacío al chaval. No hay certificados médicos que demuestren el supuesto acoso, puesto que el chaval no se lo dijo a sus padres hasta dos semanas después. Por no ir, no va ni al psicólogo a tratarse. Y como son una familia de pocos recursos tampoco tienen abogado. El hermano del niño supuestamente maltratado está expulsado del instituto durante un mes por mal comportamiento.
Luego me he acercado a la casa de otro chaval con síndrome de Down. He hablado con la madre y me ha reconocido que ese mismo profesor también hizo algo similar con su hijo hace cuatro años. En este caso, la familia denunció y posteriormente retiró la demanda a instancias del director del centro educativo. La madre me cuenta que el niño, que ahora tiene 18 años y que cuando supuestamente pasó todo tenía 14, apenas habla. La familia veía que su pene estaba muy rojo e irritado y le preguntaba. El chaval no hablaba, pero se bajaba los pantalones para expresar lo que pasaba. Al final de la conversación, la madre de ese niño me dice que en todo el pueblo se comenta como ese profesor realiza tocamientos a otros niños, pero hay miedo. Mucho miedo.