Me llamó mucho la atención el fanatismo de la gente que está en la zona de El Escorial y dice que la virgen les habla y la movilización de varios ciudadanos engañados por esa secta que hasta tienen página web propia. Y aluciné cuando vi a unos autodenominados druidas entrando en una casa para espantar los malos espíritus y cómo la dueña de la casa, al parecer joven e inteligente, les recibía y experimentaba mucha paz. Y vi también cómo en Los Villares, muy cerca de donde vivo, en Jaén, dos personas mayores decían que veían a la virgen o a extraterrestres.
Y me llevé las manos a la cabeza cuando mostraban a los adeptos de la secta de José Luis de Jesús Miranda, que lleva el 666 por bandera y se cree dios, de cómo recaudaban cantidades ingentes de dinero entre la gente, y de cómo estaban contentos de dedicar su sueldo a ese supuesto dios.
Pues bien, primero de todo, mi felicitación a David Moreno por el pedazo de reportaje realizado. David, no te conozco de nada pero me has dado una lección de periodismo. Y otra cosa más. Un día, desde un punto de vista político, habrá que hacer algo con toda esta gentuza. Porque una cosa es la libertad religiosa, en la que muchos se amparan, y la otra es que te aproveches de mi fe y te lucres con ella y que fomentes la ignorancia y la superstición y que manipules a la gente y limites lo más preciado: la libertad.
Un ejemplo de lo poquito que se está haciendo contra las sectas lo encuentro en la Iglesia de la Cienciología. El 19 de diciembre el ministerio de Justicia inscribió a esa gente en el registro oficial de religiones de España. Todo ello después de que Suecia y Rusia hubieran hecho lo propio. Mientras tanto, la directora del gabinete del presidente francés Nicolas Sarkozy ha dicho que "las sectas no son un problema" y que no ve por qué la Iglesia de Cienciología no debe ser reconocida. ¡En la laica Francia! Mientras tanto, Alemania sí está actuando desde un punto de vista legal para que Cienciología no sea admitida.
No hablo de prohibir, por favor. No hablo de política contraria a la libertad religiosa, ni mucho menos. Hablo de proteger justamente la libertad absoluta de conciencia, algo que debe guiar a cualquier estado democrático. Por eso somos muchos los que estamos luchando por ello. Me encanta el trabajo que están realizando dos blogs, 'Cerebros no lavados' y 'Blog magufo' y otros tantos blogs favorables al rigor científico. Y me encanta también la labor de otras organizaciones que no se casan con nadie, que no tienen miedo a que los curas llenen de gente las calles de Madrid y que se mantienen firmes frente a las veleidades contrarias a la laicidad. Porque la libertad de cada uno no tiene precio.