jueves, septiembre 26, 2013

OBREROS MUERTOS AL SOL, FUTBOLISTAS MULTIMILLONARIOS Y PENALTIS DE MENTIRA


Tras la designación de Qatar para que organice el Mundial de Fútbol de 2022, el de los ricachones emires a los cuales no les importa explotar a la gente, no ha habido más que tropelías. Ahora, el diario inglés ‘The Guardian’ ha tenido acceso a los documentos de la embajada de Nepal y los informes son estremecedores. Al menos 44 trabajadores de las obras de las instalaciones de ese Mundial fallecieron entre el 4 de junio y el 8 de agosto, y más de la mitad se debieron a condiciones laborales de esclavitud.

Las altas temperaturas, de casi 50 grados centígrados, han provocado ataques cardiacos repentinos. Los mismos trabajadores han dicho que se les niega agua potable en pleno desierto, algunos obreros malviven en cuartos en condiciones antihigiénicas provocando enfermedades, otros tienen que pedir limosna para poder llevarse algo a la boca, e incluso algunos han estado 24 horas seguidas en el tajo con el estómago vacío.

Mientras tanto hay otros trabajadores que cobran hasta 55.000 euros diarios por darle patadas a un balón, currar dos horas y grabar algún anuncio. Samuel Eto’o, camerunés para más señas, juega en el Anzhi ruso por 20 millones de euros libres de impuestos por temporada… ¡y ni siquiera juega la Champions! El ex barcelonista es hoy el mejor pagado del mundo. Cristiano Ronaldo, ese que estaba “triste” la temporada pasada por no cobrar lo que merecía, percibirá a partir de ahora un sueldo de 18 a 21 millones. Pero hay más: Messi se embolsa 16 millones y hay unos cuantos que van entre los 15 y los 10: Ibrahimovic, Radamel Falcao, Rooney, Touré Yayá, Sergio Agüero, Didier Drogba, David Silva, Fernando Torres y Darío Conca.

Y nosotros, los aficionados, como corderos que somos, la emprendemos contra Muñiz Fernández, que podría ser cualquier otro árbitro, por regalar tres puntos al Real Madrid. Falso agarrón del jugador del Elche Carlos Sánchez contra el madridista Pepe que se deja caer descaradamente dentro del área. El penalti no existe pero el árbitro lo pita cuando el partido tocaba a su fin. Cristiano Ronaldo no desaprovecha ni su oportunidad ni su aumento salarial y marca. 1-2, tres puntos y retorno a Madrid con los deberes hechos. CR7 no sabe qué hará mañana, si grabará anuncios con Nike, Armani, Kentucky Fried Chicken, Bimbo o Banco Espírito Santo o si simplemente se irá a entrenar algo. Lo que sí es seguro es que un grupo de nepalíes estarán bajo 50 grados de temperatura trabajando como esclavos para que en 2022 el CR7 de turno deslice su bella figura sobre el verde césped desértico. Entonces quizá los hijos de esos nepalíes muertos de sol soñarán con ser uno de esos nuevos multimillonarios por los cuales sus padres cayeron.

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