domingo, mayo 15, 2011

LA OTRA CARA DE LA CATÁSTROFE DE LORCA

Nos han machacado mucho ya con el terremoto de Lorca, y con razón, porque es un fenómeno extraordinario que raramente se da en España o en Europa. Cierto es también que desde el punto de vista informativo los nueve muertos de Lorca valen más que los 100.000 de Haití, pero están más cerca de nosotros, geográfica y culturalmente. No nos engañemos. Hoy he informado desde allí y he visto una foto más impactante que cualquiera de las que se han publicado hasta ahora: la de más arriba.

Esa es la arteria principal de Lorca, la Avenida Juan Carlos I, el eje de la economía local. Allí se encuentra el lugar preferido de paseo y compras. Los mejores comercios, supermercados, cines… todo gira urbanísticamente en torno a una avenida que normalmente debería estar con mucho tráfico y mucha gente. La foto está tomada a mediodía. Pues bien, es la imagen propia de una ciudad fantasma, llena de cascotes, ejército y ambulancias. Parecía una situación de guerra.

Nada más llegar, observé las caras de los lorquinos, todos andando por la calle alelados, como almas en pena, y las caras de otras personas que hacían cola por una lata de algo y un bocadillín. Hacemos nuestro vídeo, nuestros directos, pasa la jornada y vemos que hemos cumplido con nuestro trabajo.

Vuelvo a casa, con la mejor mujer del mundo. La casa de las paredes de piedra, íntegra. Pero mucha gente de Lorca hoy tampoco podrá dormir y seguirá sin casa. Tengo mucha suerte. ¡Ah!, ¿quién ha ganado la Liga? Creo que eso ahora no es importante. Iba a decir algo sobre ese tema en este blog pero lo de Lorca ocupa todo mi tiempo y mi cerebro, el poco que me queda.

Nota: Este artículo lleva hecho tres días, pero sólo se ha publicado hoy por fallos técnicos de blogger.

1 comentario:

Victoria Corral dijo...

Yo... también me derrumbaría como cuando he visto a las familias de Lorca que grababan si en un día perdiera la casa que tanto me ha costado conseguir y los recuerdos que tan fácil y sin querer en ella se acumulan.
Tiene que ser muy duro quedarse así en la calle...