La empleada va al despacho del jefe y le expone su situación. "Llevo ya casi cinco años en esta empresa. Empecé con un año de contrato en prácticas, luego hubo una prórroga de seis meses, luego otra prórroga de otros seis meses, luego un contrato de sustitución, luego otros seis meses entre baja por maternidad y por la depresión post-parto que tuve". El jefe, cuarentón, con barba medio arreglada, medio negra y medio canosa, medio moderno, medio clásico, la innterrumpe. "¿Qué quieres?". "Pueeeees, un aumento". El hombre estalló en carcajadas y lloraba de la risa. A la chica, treintañera, con idiomas, experiencia y más masters que Rafa Nadal se le tuerce la cara y le responde: "Es que yo soy licenciada y en mi contrato figuro de peón". Y siguen las risas del jefe, y más risas, y más risas... sin parar.
Así empieza 'Asqueadas', un serie hecha en plan casero, que ya va por su tercer episodio y que ya tiene su web propia y su grupo de seguidores en las distintas redes sociales. Con un país que tiene una tasa de paro juvenil del 50 por ciento, el doble que en el resto de Europa, y con una sobre-titulación sin comparación con ninguna otra época de nuestra historia, lo normal es que los que todavía somos treintañeros estemos asqueados, y que muchos pitemos a los líderes de CC.OO. y UGT en las manifestaciones del 1 de mayo que nos ha tocado vivir este año, y que muchos estemos pensando ya en otra huelga general, porque con una está claro que no es suficiente. Porque esto no lo va a resolver ni Rajoy ni Rubalcaba ni nadie. Vamos a seguir asqueados y creo que por mucho tiempo. Aunque, ya se sabe, "como mínimo tienes trabajo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario