La liga sigue como siempre. La clasificación se repite casi calcada jornada a jornada y las reacciones de un lado y de otro prometiendo a su parroquia un final maravilloso también se reproducen lunes a lunes. Siempre lo mismo: Barcelona, Real Madrid y Sevilla, y cada vez queda menos, lo cual, por mucho que se cuente, favorece al que está más arriba, con dos puntos por encima del oso blanco. Faltan cinco jornadas y el juego psicológico es cada vez más importante.
Pero al margen de los que están más arriba, hay otras realidades. Hay equipos con menos presupuesto, más mérito, no tantas ambiciones y objetivos más que cumplidos, muy por encima de lo previsto. El Espanyol es uno de ellos. Y con un agravante. Los 'pericos' tienen que aguantar día tras día el monopolio culé en los medios, los cafés y las oficinas. Desde una inferioridad mayor, con una masa social menor y con un sambenito que seguirán arrastrando mientras vivan.
Porque en Madrid el 'perico' es como un compañero. Es el amigo catalán con el que te puedes solidarizar porque no es dudoso. Como todos los tópicos, no es más que una exageración de la auténtica realidad. Porque no hay masa social más heterogénea en nuestro fútbol que la del Espanyol. En la grada de Bremen, bajo las bufandas 'blanc i blaves' convivían banderas de España con el escudo actual y con el del 'aguilucho' con banderas catalanas tanto legales como independentistas. Y todo con sambenito, y con aguante, y con resignación. Es el mérito de los 'pericos', del ser 'perico'.
2 comentarios:
L'Espanyol és un equip trist i rabiós. És el filial del Madrid.
Aquí un perico, y a mucha honra. Cuánto ignorante suelto, qué pena.
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