Hoy no trabajo y me he levantado un poco tarde. Me voy a hacer algo de compra, pero antes he desayunado y haciendo 'zapping' he visto un anuncio tipo tele-tienda sobre "el extracto de baba de caracol que puede rejuvenecer su piel y transformar su vida". El engendro en cuestión se llama 'Celltone' y en el spot aparecen bellas mujeres oliendo el frasquito con la cremita de marras (¡baba de caracol!) con una cara de placer que es de Óscar a la mejor actriz.
Si nos ponemos a repasar la publicidad que nos invade, uno llega a la conclusión de que toman al consumidor por imbécil. Todavía conservo en mi casa dos falsos albaranes que enviaron a un compañero de trabajo regalando un equipo de 'home cinema'. Cada equis tiempo te están inflando a llamadas ofreciéndote cosas de lo más surrealista, a las cuales dices que no, y sobre las que vuelven a insistir una y otra vez. A mí mismo me estafaron porque compré por 'ebay' un paquete de DVD's (una serie de televisión) que nunca me llegó. Y en general basta ver cualquier anuncio de detergentes o cualquier tele-tienda para llegar a la conclusión de que esto es un pitorreo... del que pica demasiada gente.
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