Tengo un compañero en el trabajo que es sevillista hasta la muerte. El otro día estuvo casi llorando porque al final se le fastidió un viaje que tenía medio pactado a Eindhoven para ver la final de la UEFA. Me decía un madridista que es una pena porque la afición blanca puede permitirse ese tipo de viajes más a menudo.
Nadie que no sea de Sevilla o directamente sevillista puede imaginarse lo que supone una final europea para un equipo que jamás la ha tenido y para una ciudad de mediano tamaño nada acostumbrada a ese tipo de acontecimientos.
Al margen de sus peculiaridades o de su idiosincrasia, Sevilla es una ciudad que ha tardado mucho en tener citas históricas. La Expo 92 bendijo a la antigua Híspalis, pero luego no pudieron cerrar el círculo con unos Juegos Olímpicos precisamente por el tamaño de la ciudad y, también (¿por qué no decirlo?) por esa política que lo mancha todo. En fín, que espero que esta noche sea la noche más bonita para el equipo de Nervión.
1 comentario:
Tengo un compañero de Sevilla, sevillista, que tenía pensado ir con su hijo a Holanda pero no ha podido ser. Desde aquí, deseo que gane este equipo. No siempre van a ser los mismos!!!
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