EL PERIODISMO DEPORTIVO EN CAÍDA LIBRE

He sido periodista deportivo y más en concreto narrador de fútbol en la radio desde recién cumplidos los 14 años hasta que tuve 31. Han sido muchos años de vivencias, de buenos compañeros, de puñaladas por la espalda, de ejemplos de maestría y saber hacer y de lecciones sobre qué no hay que hacer. En este caso, he aprendido mucho de gente como Gaspar Rosety o Héctor del Mar.

Así que tras todo este tiempo, creo tener suficiente experiencia para opinar sobre cómo ha ido variando la manera de lidiar con un tipo de información única en su clase, donde conviven fanatismo, épica y fervor colectivo por el que las masas se preocupan, incluso más que si se tratara de su puesto de trabajo y cosas más importantes en la vida.

En la radio y en televisión, el fútbol siempre ha ocupado la mayor parte del tiempo y la falta de especialización en otros deportes que también tienen ingredientes de espectáculo ha sido siempre en España un mal endémico. La evolución del fútbol como negocio ha ído a partidos tevisados en canales de pago prácticamente a diario y con horarios que no se solapan entre sí, con lo cual el ‘Carrusel’ radiofónico que todos hemos conocido desde pequeños ha muerto. Las condiciones laborales han sido siempre miserables, con Radio Marca cuando empezó pagando cuatro duros a la gente, ejemplos de intrusismo profesional como el del DJ José Antonio Abellán o el nacimiento de un nuevo tipo de periodista deportivo: el tertuliano forofo.

Sale barato, es divertido y te ríes más que con declaraciones de algunos futbolistas que son de encefalograma plano. La idea de tener a una tertulia de taberna cono tres madridistas y tres culés bajo el disfraz de que “tenemos un gran equipo de periodistas con mucha experiencia” ha pervertido la supuesta neutralidad del narrador de fútbol de toda la vida. La tertulia nocturna ha hecho que en el clásico de esta noche entre Real Madrid y Barcelona nos hayamos encontrado a frikis de todo pelaje.

Lo que más me extraña es que una cadena de prestigio como Teledeporte, de TVE, cuente con Víctor Altadill como parte de la tertulia, y que encima se le venda como periodista serio cuando José María García le echó por dar la vuelta al campo con jugadores del Barça que acababan de ganar la Liga, todo envuelto él en una bufanda, cuando muchos compañeros que estábamos en pie de campo, teníamos que aguantar sus gritos fanáticos animando al ‘Chapi’ Ferrer cuando el resto intentábamos explicar lo que pasaba en los banquillos. Hay que ver Víctor, con tus represiones sexuales sin descubrir, cómo te has sabido reciclar con un buen trajecito y orejas de satélite tipo ‘príncipe Carlos’.