martes, enero 03, 2012

MEDIDAS SIN MESURA

El PP no ha sido radical en sus medidas económicas. Y me explico. En la actual situación no debemos bajar un 20 por ciento las subvenciones a partidos políticos o sindicatos, sino que debemos eliminarlas. Fuera también las ayudas a la Iglesia Católica o a cualquier tipo de confesión religiosa porque el estado debe ser laico y más ahora. El impuesto religioso, que Dios se lo pague. Cuando hablamos de recortes no hablamos de mantener el sistema educativo sin perjudicar a la enseñanza pública, sino de dejar de subvencionar a la privada o la llamada “privada concertada” para que esta última se pueda incluir en el sistema público.

Tampoco hablamos de un "adelgazamiento de las administraciones", como si el gobierno consistiera en vender "biomanán" a la gente, sino de la desaparición de administraciones para mí inútiles. Algunos ejemplos: las delegaciones y subdelegaciones del gobierno central, las delegaciones de gobiernos autonómicos en cada provincia y también las diputaciones provinciales. Si hablamos de privatizaciones, no pongamos en manos de otros las empresas públicas más rentables como Loterías y Apuestas del Estado, que reportan pingües beneficios a las arcas públicas y vienen bien a España económicamente. Por eso, si tomamos medidas, las tomamos de verdad. Que sean medidas sin mesura.

2 comentarios:

victoriano dijo...

Yo pertenezco a un sindicato, que no recibe ninguna subvención y funciona bien, se mantiene de la cuota de los afiliados.
Creo que ningun gobierno se atreva a quitar las subvenciones, sobre todo a UGT o CCOO de esta manera los tiene dormidos y no molestan, en una palabra los tiene comprados.
Y a los partidos politicos que se busquen la vida, para lo que hacen algunos, mejor que desaparecieran.
La iglesia me consta que hay parroquias que hacen una buena labor, seria cosa de estudiarlo.

yinyang mason dijo...

Si te refieres a la labor caritativa de las parroquias a la propia institución de 'cáritas' todo sale del esfuerzo de los fieles. El Estado no contribuye para nada. No hablamos de beneficiencia, que de eso se encargan los feligreses, sino de una casulla, unas obleas y un cáliz.