domingo, marzo 06, 2011

SABER HABLAR EN PÚBLICO

Me ha encantado escuchar en la Cadena SER la reflexión de Montserrat Domínguez y de sus invitados sobre la importancia de las palabras y de la retórica, sobre todo en los momentos de crisis que estamos viviendo (haz click aquí). No solo me refiero a un mal momento económico, sino a una penosa situación del uso del castellano, pervertido por la "ortografía" de los SMS de los móviles o por una enseñanza que elude la severidad contra los que plagan un examen de escandalosas faltas de ortografía.

Me gusta la retórica, con sus pausas, sus énfasis y todo lo que ella conlleva. En el espacio radiofónico de la SER ponían muchos ejemplos de uno y otro signo político y de diferentes períodos de la historia, pero me tengo que quedar con 'La Pasionaria'. "Decían, queriendo insultaros a vosotros y queriendo insultarme a mí, que los trabajadores que dan la vida en todos los frentes por la causa de la libertad eran hijos de Pasionaria. Pensaban hacerme una ofensa y no pudieron hacerme mayor honor que considerarme vuestra madre" (escuchar aquí). Entre tanta mediocridad, cómo echo de menos a animales políticos como Dolores Ibárruri.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Cuánta razón, amigo. Ni retórica, ni ortografía, ni gramática. Vivimos del lenguaje y lo pateamos, lo embarramos, escupimos las palabras en lugar de hablarlas. Qué pena.

De los políticos prefiero ni hablar. Seguro que no han oído hablar de Cicerón. Ni falta que les hace.

victoriano dijo...

No se quien dijo que los trabajadores que daban la vida por la libertad eran hijos de Pasonaria, pero lo que yo tengo muy claro es que el trabajador, que no tiene espiritu de lucha, para mi es como un jardin sin flores, una mie...... si eso que estais pensando, salud.

yinyang mason dijo...

Por favor, que nadie insulte, ni explícita ni implícitamente.

Vicente Santa-Cruz Bellet dijo...

No solo porque el virtuosismo de la oratoria homenajea el lenguaje, sino porque de su propio apodo "Pasionaria" se transfiere el temperamento a las palabras que pronuncia. Toda la sangre de pone de pie y el verbo se inflama porque la razón también es apasionada.

yinyang mason dijo...

Bienvenido Vicente a este tu blog. Siéntete como en casa...

Vicente Santa-Cruz Bellet dijo...

Gracias, Javier. Ya sabes dónde tienes la que es tu casa también.