ANDORRA, UN CONTROVERTIDO PARAÍSO

Andorra es paraíso para el esquí y para todos cuantos quieran disfrutar de la naturaleza. Es un paraíso para el turismo, la gastronomía y el turismo desenfrenado. Y desde mucho tiempo ha sido también paraíso fiscal, pero parece que las medidas tomadas por el gobierno encabezado por Jaume Bartumeu van encaminadas a que deje de serlo. Al menos, eso es lo que dice la OCDE.

Pero hoy no voy a hablar de ello. Ni de que el alcohol sea más barato o más caro. Ni tan siquiera de supuestas mafias. Yo víví allí por una pequeña temporada y era un país extraño y con doble cara... y sigue siéndolo. Hace nada, mi hermana fue a esquiar y me envió una foto que da que pensar.

La foto fue tomada hace pocos días en la fachada de un centro comercial de la Avinguda de Meritxell de Andorra La Vella, la "quinta avenida" de allí, la famosa "calle de las tiendas", como dice la gente de allí, un reclamo para el consumismo desenfrenado y sin criterio, para el comprar por comprar. Ver una pintada cortada así me da que pensar. Si me hago la ilusión de que soy intuitivo parece que debería poner "es hora de cambiar" o algo así. Es sospechoso, la verdad.

Luego buceo y miro por Internet y veo mensajes de alguna trabajadora asqueada por el trato que le dan, o una entrada en un blog de hace ya tres años donde se dice que los portadores del virus VIH no tienen permiso de trabajo ni residencia... De hecho, cuando fuí a trabajar allí me hicieron un examen médico con prueba del SIDA incluida, una entrevista personal donde se me hicieron preguntas personales, y hasta se me pidió un certificado de penales. Me dieron el permiso de trabajo y estuve muy a gusto en una radio de allí, pero me resultó extraño.

Por entonces se prohibía la homosexualidad, era delito, aunque afortunadamente las cosas parecen haber cambiado y hasta se permiten uniones civiles y adopciones, tal y como confirma la Asociación Internacional Gay y Lesbiana (ILGA) en su informe de 2006. Eso sí, el movimiento Lésbico Gay Transexual y Bisexual (LGTB) tiene que seguir empujando a través del portal 'Andorra Gay' y la asociación 'Som com som'. De hecho, no hace mucho saltó la noticia de la prohibición a los homosexuales de donar sangre, algo inaudito en un país normal.

Y el aborto, por supuesto, está totalmente prohibido en cualquier caso. De hecho, unos pocos supuestos para abortar iría en contra de la constitución andorrana, cuyo artículo 8 dice que "reconoce el derecho a la vida" y que "la protege plenamente en sus diferentes fases". Es más, Andorra es un micro estado cuya jefatura es bicéfala. Son dos co-príncipes, el presidente francés Nicolas Sarkozy, y el obispo de La Seu d'Urgell, en este caso Joan-Enric Vives. Por lo tanto, estamos ante un estado confesional, y precisamente fue el "co-príncep episcopal" el que bloqueó cualquier intento de ley que despenalizara el aborto. Y es que en nuestra vecina Andorra un obispo también puede bloquear una ley.