ALGUNA REFLEXIÓN SOBRE MARTA DEL CASTILLO

Estoy viendo por satélite desde mi casa 'Andalucía Directo', el programa en el cual trabajo y del que estoy de baja... de momento. El tratamiento informativo que están realizando mis compañeros sobre la desaparición y posterior muerte de Marta del Castillo no tiene nada que ver con el de otros medios. La verdad es que verles te informa y a la vez te tranquiliza. Te informa porque lo que te cuenta es ponderado. Te tranquiliza porque sabes que todavía quedan periodistas.

El maestro Paco Lobatón, que de desapariciones sabe un poco, dijo una vez que a los casos "hay que darles relieve pero dentro de un límite". Me acuerdo de él cuando vino a mi facultad. El aula magna estaba a rebosar y 'Quién sabe dónde' se encontraba en su apogeo. Actitudes había de todo tipo. Favorables, contrarias, matizadas, hipócritas...

Mi amiga Silvia Sanz, de Granada, habló con una psicóloga para valorar el asunto y la psicóloga se refirió a valores y de educación. Bueno, vale. Podemos hablar también de lo que consumen muchos de estos chavales por televisión. 'Mujeres, hombres y viceversa' y basura por el estilo difunden valores de dominación, machismo y celos que tuvieron bastante que ver, al parecer, con el crimen de Marta. Este tipo de hechos bien merecerían una reflexión de ese auténtico crack televisivo que es Ferran Monegal.