Otra agresión grabada por teléfono móvil. En este caso en Colmenarejo. Y van unas cuantas. Hay una realidad que la gente no conoce y es que las palizas grabadas por móvil se producen casi a diario en este asco de país. Se graban y las gente se las manda entre sí. Es difícil que esas grabaciones caigan en manos de los medios de comunicación porque delatan a sus autores. A mí me llegó una y la difundí a través de 'Andalucía Directo', el programa de las tardes de Canal Sur.
Luego vino el Consejo Andaluz del Audiovisual y dio un toque de atención al programa. Un gravísimo error, a mi juicio, porque aquí de lo que se trata es de denunciar este tipo de palizas y de humillaciones públicas. He repasado los currículums de los miembros del Consejo Andaluz del Audiovisual y la verdad es que son trayectorias profesionales y académicas envidiables, pero eso no quita que les discuta su decisión. Creo que vamos a luchar más contra el 'bullying' si sacamos por televisión vídeos que evidencien el problema. Yo no soy doctor de nada, pero me parto la pana todos los días por los pueblos, asisto a diario a las aulas de la universidad de la calle, y no creo que cortar de cuajo la difusión de los vídeos de agresiones sea la mejor decisión. Es mi opinión, por supuesto.
Pues bien, el caso que yo saqué fue el de una niña de 14 años de Linares con la que quedaron unas 'amigas' para hablar. Al final no hubo mucho diálogo y si muchos golpes, incluyendo varias patadas en una cabeza que se estrellaba contra el bordillo de la calle en una zona residencial. Tengo el vídeo pero he decidido no colgarlo por dos razones: porque salen las caras destapadas de personas que son menores y no tengo manera de ocultarlas, y porque el tema ya pasó por un juicio y los responsables de semejante tropelía fueron condenados.
Ahora los compañeros de Antena 3 TV han sacado el caso de María José, una adolescente ecuatoriana de Colmenarejo, en Madrid, que quedó con un grupo de chicas de entre 14 y 16 años. Una vez en el descampado, le dieron hasta en el carnet de identidad, en la cabeza y en todo el cuerpo, con gritos de "mátala" y cosas por el estilo. La información y el vídeo que saca 'El Mundo' lo dicen todo.
Tengo que decir tres cosas. Sobre la difusión en los medios de estas imágenes. Respeto enormemente a los mega expertos del Consejo Andaluz del Audiovisual. Sin embargo, creo que sacar estas imágenes tiene un valor educativo extraordinario. Expresar lo que se puede llegar a hacer con un móvil y con Internet no pone en ridículo al que recibe la paliza, sino al agresor. Sobre los límites éticos, hay mucha hipocresía, ya que se permiten en televisión comentarios sobre la vida privada de la gente que son mucho más graves que sacar un vídeo de ese tipo con ánimo de denunciarlo. La ética debe ser ética para todos y no un doble lenguaje.
Otra cosa más. Aquí no descubro nada, pero lo digo. Creo que estamos ante una falta de valores total. Vamos hacia atrás, como los cangrejos, y lo más preocupante es que no veo la luz al final del túnel. Los chavales son cada vez más irrespetuosos, más 'quinquis', más incultos. El otro día un amigo francés me dijo que el problema era común en toda Europa. Es decir, que como sigamos así posiblemente estemos abriendo una puerta al fascismo. Al tiempo.
Y para terminar. Tan culpable es el que pega, como las familias que quieren sacar tajada de la tragedia. No digo que todas sean así, y no estoy señalando a nadie, pero se han dado casos de familias que han querido vender "el vídeo de lo agresión a mi hijo" a medios de comunicación a cambio de una cantidad de dinero. Si tú quieres comerciar con el escarnio sobre tu hijo, eres tan agresor como los que han humillado a tu chaval. El problema quizá es que estamos ante un gran batallón de hipócritas.
2 comentarios:
La verdad es que este tipo de asuntos llevan aparejados un conflicto ético importante. Está claro que la difusión puede ayudar a erradicar el problema, pero también puede incrementar el "orgullo" de quienes han hecho las grabaciones.
Yo no sabría muy bien qué hacer. Lo que está claro es que hay que hacer algo.
Querida Noelia,
Gracias por leerme y por estar ahí. Un beso.
Publicar un comentario