Seis Juegos Olímpicos de Verano, tres Mundiales de Fútbol, dos Eurocopas, tres finales de Copa Davis, cuatro finales de la Liga de Campeones, dos Tour de Francia... María Escario, 54 años, presentando telediarios desde 1985... Ya no volverá. Por una decisión política. Hoy leo en la web de la Academia de la TV algunas perlas de una entrevista que le han hecho hace nada. "Sigue existiendo mucho machismo en el periodismo deportivo, en nuestro lenguaje, en la forma de dar oportunidades y visibilidad a las mujeres. ¿Ha cambiado? Sí, en que hay más mujeres. Se mira la paridad casi con obligación, sobre todo, en la televisión pública porque es nuestro deber, pero sigue habiendo mucho sexismo. También es cierto que hoy las mujeres que trabajan en la redacción de deportes de TVE tienen las mismas oportunidades que los hombres. Cosa que no ocurre en otros medios. Por ejemplo, tenemos una mujer directiva que es Paloma del Río".
"Tenemos que ser mucho más conscientes de que somos la televisión pública y no solo debemos mirar la audiencia. Tenemos que cumplir con nuestra obligación de dar visibilidad a los deportes minoritarios siempre que sean noticia. Un Telediario no es una ONG, cuenta la información y, de vez en cuando, también está bien contar historias. Un domingo, por ejemplo, en el que el fútbol es el rey, nosotros abrimos con tenis, motociclismo, Fórmula 1 o con un deportista español que es noticia. Esto solo es posible en una televisión pública".
"Creo que ese es el mal que está condenando, en general, a las empresas. El afán por ir demasiado rápido y confiar en la gente joven como los grandes valores. Yo, por ejemplo, he perdido a todos mis referentes. Creo que este es el gran error, el afán por mover banquillo. En esto las grandes cadenas del mundo nos han dado una lección. Los grandes comunicadores peinan canas. Y al final el que manda es el espectador. Es estupenda esa unión entre veteranía y gente joven. Es un intercambio generacional absolutamente necesario. Y cuando no tienes referentes la información sale perjudicada".
"Volver a ganar el respeto del público y recuperar el prestigio, en muchos casos, perdido. Debemos volver al periodismo y dejar la propaganda. Tenemos que recuperar la dignidad y no consentir ciertas actitudes del poder en este país. No podemos consentir ruedas de prensa sin preguntas, ni ruedas de prensa a través de un plasma. El periodista debe plantar cara a ese tipo de cosas, desde el rigor y desde la denuncia. Los grandes casos de corrupción han salido a la luz porque han sido denunciados por un periodista o un medio de comunicación. Si le tapas la boca al periodismo estás eliminando la libertad de expresión. Y en este panorama, los empresarios están utilizando el miedo de forma mezquina. El periodista trabaja por vocación y muchas empresas aprovechan esto para ofrecer trabajo basura. Ese factor vocacional es el gran chantaje de los empresarios y la gran trampa en la que está la profesión". ¡Bien dicho, María!
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