sábado, diciembre 28, 2013

¡INOCENTE, INOCENTE!

El espíritu navideño convierte una gran matanza sobre una gran cantidad de bebés, según cuenta la leyenda, en un día para hacer broma de todo el mundo. Los diarios dan noticias falsas, aunque realmente las están ofreciendo todo el año, las radios otro tanto, aunque ponen tertulias de gente que lo sabe todo durante el resto de la temporada de las cuales no tienes más que reírte. Y de la tele mejor no hablar.

La costumbre del día de los Santos Inocentes refrenda ese humor negro que necesitamos los españoles para contrastarlo con la matanza colectiva del rey Herodes. Además, las bromas son a menudo bastante pesadas. En el trabajo es inenarrable la cara de bobo que se te queda cuando todos los “compañeros” están alrededor tuyo gritándote “¡inocente, inocente!”. No puedes reaccionar ni llamarles de todo. Claro, ¡es Navidad!

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