CONSUMISMO NAVIDEÑO

Yo también soy presa todos los años del consumismo navideño. O estás integrado en la sociedad o te encierras en una cabaña en Cazorla. ¿Qué haces? Al final, te dejas arrastrar y optas por la comodidad. Evitas problemas y reproches. Cuando descubrí que tenía cáncer, me fui a la ‘Llibrería Catalonia’ (qué maravillosos recuerdos y qué asco de McDonald’s afeando el paisaje) en medio de muchísima gente. Enseguida quedé inconsciente y desperté en una ambulancia con orina en mis pantalones. Un desmayo con crisis epiléptica ¿Realmente compensa?