domingo, agosto 18, 2013

SER PERIODISTA EN ESPAÑA (20)

Barça – Levante. Debut de Tata Martino en el banquillo, expectación por la dupla Messi-Neymar y arranque culé en la Liga a mediados de agosto, cosa inusual en otras épocas. Estoy fuera de Cataluña y pongo en Internet “La Xarxa”, que es la sustitución de la antigua “COM Ràdio”, para escuchar como todos los años a Jordi Pons. Me encuentro con que están poniendo jazz y luego salen dos voces femeninas espectaculares. Y yo pienso: “No, no, no, estas no están en el Camp Nou… cerca les pilla, pero dentro no están”. Llamo allí y me pasan con deportes. Me aseguran con cara de “¿y ahora te enteras?” que ya no iban a hacer fútbol en directo. Llamo a Jordi y me lo confirma. Le llamaron en medio de sus vacaciones en junio, no le encontraron y lo solventaron con un miserable SMS. Despido por móvil. Tantos años para esto.

Pero que nadie de su “querida parroquia” se preocupe, que su voz seguirá sonando en varias tertulias deportivas de la televisión catalana, donde TV3, por fortuna, aún no tiene el monopolio, aunque todo se andará. La alternativa joven antes de la retirada del maestro de la narración de fútbol en catalán, Joaquim Maria Puyal, era Jordi Pons. De hecho, para mí, su verbo de papel de periódico, de chocolate con churros en la calle Petritxol y de mercado de La Boqueria, había superado ya el traje de erudito de Biblioteca de Catalunya, Pompeu Fabra y Salvador Espriu, el del gran Puyal. Pons para mí ya era el mejor. Y se lo han quitado de encima desde la emisora de la Diputación de Barcelona, controlada por Convergència i Unió, de la manera más convergente que hay, tratando a los que no tenemos “carnets de bons catalans” como basura. Al bueno de Puyal, como tiene “carnet”, no le echarán y menos por SMS, se irá él. Soy ateo pero pertenecía a la parroquia de Pons. Espero que vuelva a decir misa muy pronto.