SE MUERE TRAS TRABAJAR TRES DÍAS SEGUIDOS EN LA ENTIDAD FINANCIERA MERRILL LYNCH

Se llamaba Moritz Erhardt, era alemán y tenía 21 años. Trabajaba como becario en la oficina de Londres de Merrill Lynch, filial de Bank of América, y murió por un ataque de epilepsia. Detrás de ese ataque se encontraba tres días seguidos trabajando, apenas siete días antes de terminar su periodo de prácticas de siete semanas.

A muchos becarios se les obliga a trabajar muchas horas, incluso durante la noche, para poder optar a un puesto de trabajo tras las prácticas. De hecho, lo normal pueden ser 14 horas al día. Un joven que realizó prácticas en un banco de inversión en 2011 asegura que los becarios "trabajan las horas que se les ordena". "Para los becarios, la peor pesadilla era lo que llamábamos ‘The Magic Roundabout’, que es cuando un taxi te lleva a las siete de la mañana a casa, te espera mientras te duchas y te cambias, y te vuelve a llevar a la oficina".

Un portavoz de Bank of America confirmó el fallecimiento del estudiante en prácticas, del que dijo que era un trabajador "altamente diligente". "Estamos profundamente conmocionados y entristecidos por la noticia de la muerte de Moritz Erhardt", dijo este portavoz. La entidad estadounidense descarta que el trabajo agotador haya sido la causa del fallecimiento del becario, asegurando por boca del portavoz de la compañía que cualquier otra suposición "son especulaciones"… ¡Tienen más cara que espalda!

Esta es sólo una pequeña muestra del contrato de moda, llamado en Inglaterra el “contrato sin horas”, y que la patronal española defiende para que se imponga aquí. Estamos ante un nuevo modelo de explotación que roza la esclavitud. "Las semanas que más trabajo puedo llegar a hacer son de más de 70 horas, y las que menos, ocho o nueve". Así lo cuenta un cuidador de personas mayores en una empresa que depende directamente del gobierno británico en un barrio del sur de Londres.

“El nivel de estrés que soportamos es increíble porque nunca sabemos si llegaremos a fin de mes. Las semanas que trabajas 60 horas sabes que podrás pagar las facturas pero no tienes tiempo ni para comer; mientras que en las que trabajas menos de diez horas, tienes tiempo de sobra pero nada que llevarte a la boca porque no tienes ni un penique", agrega.

El nuevo contrato consiste en que el empleador no estipula cuántas horas semanales trabaja su plantilla, exigiéndole disponibilidad en función de la carga de trabajo. Eso significa que el obrero queda atado de pies y manos a la empresa. Retrocedemos, pues, en casi un siglo de derechos laborales conseguidos tras mil luchas y revoluciones. Además, se acabaron seguros de vida, médicos, vacaciones pagadas, días por enfermedad, pagas de beneficios o preaviso del despido, que en estos casos puede ser de un día para otro. De hecho, el 90 por ciento de los empleados de McDonald’s en el Reino Unido están contratados bajo esas condiciones. ¡Es más, un millón de británicos se encuentran así! ¿Cuántos Moritz tendrá que haber para que prohíban esa bestialidad?