martes, abril 30, 2013

SALIR DEL ARMARIO EN EL DEPORTE

Esta vez la portada de la revista norteamericana ‘Sports Illustrated’ no ha sido una chica en bikini, sino la foto de un jugador de la liga NBA de baloncesto. La noticia es que Jason Collins, de los Washington Wizards, ha salido del armario.y declara a los cuatro vientos su homosexualidad. Estamos ante algo anacrónico. Nadie sale del armario para decir que es heterosexual. Por lo tanto, con el nuevo milenio, tenemos una sociedad bastante mojigata que todavía no asume con normalidad a los LGTB (lesbianas gays transexuales y bisexuales).

En particular, el mundo del deporte y muy especialmente el del fútbol, que he vivido por dentro, es de un machismo zafio, casposo e insultante. Todos los futbolistas a los que se les ha colgado la etiqueta de homosexuales son conocidos por una práctica muy rastrera llamada “outing” y que se trata de que los propios gays saquen a la fuerza al deportista del armario en lugar de que la persona sea libre de guardar su orientación sexual o de mostrarla.

En cualquier caso, Jason Collins coge el relevo de muchos de los deportistas LGTB que no han tenido problemas en manifestar que lo son, sin necesidad de llevar una pancarta por la calle. Además del legendario ejemplo de la tenista Martina Navratilova, hay un sinfín de LGTB que han participado en los últimos Juegos Olímpicos de Londres.

La revista digital www.sentidog.com publica una larga lista. Van algunos ejemplos: Matthew Mitcham (Australia, salto de trampolín), Lisa Raymond (Estados Unidos, tenis), Judith Arndt (Alemania, ciclismo), Seimone Augustus (Estados Unidos, baloncesto), Megan Rapinoe (Estados Unidos, fútbol), Rikke Skov (Dinamarca, balonmano), Natalie Cook (Australia, volei playa), Jessica Landström (Suecia, fútbol), Carole Péon (Francia, triatlón) y Jessica Harrison (Francia, triatlón). Según la página web www.sentidog.com ha habido dos entrenadoras de equipos de fútbol femeninos lesbianas, Pia Sundhage, de Estados Unidos, y Hope Powell, de Gran Bretaña.

Por cierto, también hay otro tema: la reacción violenta de los más extremistas en Francia contra el matrimonio entre personas del mismo sexo. Ahí hay mucha tela por cortar, pero calladito estoy más guapo porque se me pasan auténticas barbaridades por la cabeza...

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