lunes, abril 29, 2013

ALGUNOS CREEN QUE SOMOS IMBÉCILES


“Ni está planteado ni voy a hacer ningún cambio en el Gobierno”. Así se expresó Mariano Rajoy este fin de semana en la Alhambra con el primer ministro irlandés, con el que estuvo un rato hablando. Eso significa que no va a cambiar de política, pese a que tenemos un 27% de paro, más de 6 millones de trabajadores en la calle y dos millones de hogares donde nadie ingresa un duro, a menos que lo haga en negro, lo cual genera una sensación de tensión e inseguridad insoportable.

El gran estadista que tenemos por presidente encabeza el ranking de eufemismos, esas palabrejas o frases que sólo saben inventarse los políticos con la cara más de cemento, y que hasta a los más sabios les resultan imposibles de descifrar. Desde este modesto blog, lo voy a intentar. Por ejemplo, el que se paseaba hace pocos días por Granada habló un día de “crecimiento negativo” para nuestra economía. ¡Mariano!, ¿tan difícil es decir “descenso” o “recesión”? ¡Y que no se te ocurra decir “desaceleración temporal”, que eso lo decía Zapatero, el culpable de todos los males de España! Parece que piensen que la gente es imbécil…

Enlazando con la lacra del paro, la generación más preparada de la historia de España no tiene más remedio que emigrar al extranjero porque si no, en su país no le pagan más que el salario de un mozo de carga en Barajas. Así que la ministra del ramo, Fátima Báñez, ha definido ese fenómeno como “movilidad exterior”. ¿Y cómo se mueven estos jóvenes? ¿Hacen una conga, bailan el twist o hacen el baile del pañuelo con Leonardo Dantés mientras se marchan a Alemania? ¿Y si le llamas “emigración” y te ahorras tonterías?

Más ejemplos. María Dolores de Cospedal, en vez de decir que a Bárcenas le habían dado una morterada por salir del PP y que todavía le estaban pagando, se le ocurrió la frase “indemnización en diferido”. ¿Cuántas veces se repite el pago de la indemnización, por cámara superlenta, con un “travelling”, en plano cenital, contrapicado? Desde luego, a mí las veces que me han echado de algún sitio me han dado el dinero y la patada en el culo. Cospe, no sé cómo te pagarán cuando los ciudadanos te echemos. Llámame raro.

Entiendo que posiblemente la clase de economía se te este haciendo espesa, pero si tienes que culpar a alguien no me mires a mí, cúlpale a la vicepresidenta peor peinada de la historia, a Soraya Sáenz de Santamaría, que en vez de afirmar que las rentas del trabajo van a cargar con dos terceras partes de la subida de impuestos, se refiere a un “recargo temporal de solidaridad”. ¿De “solidaridad”? ¡Con quién! ¿Con Bankia? ¿Con las grandes fortunas? ¡¡Son los más adinerados los que deben ser solidarios con las capas populares y con las clases medias, que son las que realmente crean puestos de trabajo!! ¿Qué solidaridad ni que niño muerto?

A todo esto, no estaría de más que el Banco Central Europeo (enemigo de nuestra soberanía ya que nos dicta cuál es la política económica que debemos hacer), nos aclarara qué quiere decir la frase “devaluación competitiva de los salarios”. Eso es bajar sueldos a mansalva, para impedir que los chinos se lo lleven todo... ¿Y qué expresa Artur Mas cuando habla de “tiquet moderador sanitario”? Arturito, con la frase “recortes en la sanidad” tienes más que suficiente para hablar claro.

Por lo tanto, el “préstamo en condiciones muy favorables” de Luis De Guindos es un rescate a la banca por parte de la Unión Europea. Y las “medidas excepcionales para incentivar la tributación de rentas no declaradas”, frase acuñada por Cristóbal Montoro, es la amnistía fiscal para que todos los chorizos con dinero en paraísos fiscales lo tributen en España por un módico precio, iniciativa que a todo esto fue secundada masivamente (ministro, capte la ironía si es un pelín listo). U otras bellas maneras de decir que van a subir los impuestos, como la frasecita “ponderación de los impuestos”, inventada por Montoro, o el tecnicismo “gravamen adicional”, acuñado por Luis de Guindos.

Para que acabes este texto con una sonrisa, te ofrezco uno de los grandes clásicos de los eufemismos. Cuando la Casa Real comunicó oficialmente que la infanta Elena y Jaime de Marichalar habían partido peras se refirió a un “cese temporal de la convivencia”. ¿Quién no se ha separado con la frase “cariño, ya que es difícil estar contigo, he pensado en efectuar un cese temporal de la convivencia”?. Supongo que aquí no hay nadie que diga eso de “¡pues te vas a ir a casa de tu madre!”. Ni que fuéramos imbéciles.

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