Hace años en Madrid conocí a un alemán llamado Markus. Trabajaba y supongo que seguirá trabajando en una multinacional química. Markus era "alemán, alemán", según la gente. Para mí era "lógico, lógico". El tópico de los "cabezas cuadradas" y de los trabajadores que se levantaban pronto y que a media tarde ya estaban libres se podía plasmar en él, pero yo entendía a Markus. Él se hacía preguntas simples que los españoles no nos hacíamos.
Van varios ejemplos. ¿Por qué en las empresas no promocionan al mejor sino al que es amigo del jefe? ¿Cómo puede ser que los que tienen altas responsabilidades sean tan incompetentes? ¿Por qué hay tanta corrupción y nada se controla? ¿Por qué cuando se descubre algo el que ha promovido esa corrupción no dimite? ¿Por qué los contratos (o "contrratotz", como decía él) no se respetaban casi nunca? ¿Por qué no se respetaban vacaciones y salarios de trabajadores cuando en el "contrrato" pone otra cosa? ¿Por qué hay empleados que no tienen "contrratotz de nada"? Markus, me acuerdo mucho de tí.
5 comentarios:
Mucha razón tiene tu amigo Markus, estoy de acuerdo con el que en españa se valora más al pelota y rastrero, que al responsable que cumple con su trabajo. Sobre los corructos, es una especie que no tiene tendencia a desaparecer, porque a nuestros "dirigentes" no les interesa, pues se les acabaria el chollo.
Bueno, en Barcelona somos un poco Markus...
No es por despreciar el lugar donde vivo, pero Barcelona tiene el espíritu de Markus, tot i que... (aunque...)
El espíritu de Markus con los sueldos de Grecia...
Jajajajjaa... Totalmente de acuerdo.
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