sábado, julio 23, 2011

EL VÓMITO DE LA EUROPA "CIVILIZADA"

Anders Behring Breivik es una malformación social, una especie de vómito que sale de la indigestión de una democracia enferma. Tenemos mitificados a los países nordicos, como paraísos sociales donde lo único malo es el frío de los inviernos y poco más. Lo que ha pasado en Noruega es una barbaridad que podría pasar en cualquier ciudad, en cualquier entorno cultural, sea el que sea.

El amigo Anders era un ultraderechista. Entre sus militancias figura una en el llamado Partido del Progreso, segunda fuerza en el parlamento noruego (ver aquí) y parte de la geografía de la Europa nazi (ver informe del diario británico 'The Guardian'). El mismo Partido del Progreso se ha apresurado a condenar los hechos, ¡faltaría más!, pero ha tenido que reconocer a través de su web que tuvieron a este sujeto en sus filas entre 1999 y 2006. De hecho, parece ser que le echaron del partido 'ultra' noruego por impago de las cuotas desde 2004, no por otra cosa.

Lo doblemente sorprendente de este individuo es que era masón (ver aquí), cuando los principios de la orden masónica son "libertad, igualdad y fraternidad". Normalmente antes de que cualquier persona entre en una logia, le hacen una entrevista personal para comprobar si es partidario de esos tres principios y si en general encajaría en los valores de respeto mutuo que se requieren. Con una conversación sencilla no conoces a nadie y ésta es una clara muestra.

La pertenencia de Anders Behring Breivik a la masonería va a hacer mucho daño a los masones de todo el mundo y va a alimentar más las falsas leyendas que hay contra una orden laica que está en buena parte detrás de las principales constituciones democráticas y las luchas en favor de los derechos humanos a lo largo de la historia. Insignes masones como Mozart, Abraham Lincoln, Mahatma Gandhi, Martin Luther King, Salvador Allende, Simón Bolívar o José Martí no podrían identificarse con un aborto social de esas características. Anders y quien le haya acompañado en estas acciones son el vómito de la Europa "civilizada". Anders Behring Breivik debería pudrirse en la cárcel durante el resto de su vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando ocurren estas cosas y apenas despiertas del golpe, te das cuenta que cada cual lo ve a su manera. Pero sobre todo te das cuenta que de que el hombre une la dualidad y es capaz de los mayores logros y de las mayores barbaridades. Quizás no deberia sorprendernos ya después de la historia de la humanidad, pero siempre esperamos que la vida sea buena e incluso nos lo creemos.
En fin pienso que no solo pasó el filtro de sus maestros, sino que además pasó también "la fraternidad" de sus hermanos, que no se dieron cuenta de lo que parecía expresar desde hace tiempo.
No se si a veces nos miramos el ombligo demasiado, pero demasiadas veces damos por bueno lo que se nos presenta.
La masonería creo que debe hacer una profunda reflexión al respecto de la humanidad de los hechos y de como podemos detectar este tipo de desviaciones de la propia realidad masonica, para evitarlas y proteger aquello en lo que creemos. Debemos buscar la libertad, que parece que le falta a este "hombre", pero sobre todo debemos respetando la igualdad, mantener la fraternidad.
La fraternidad,no solo son los besos y abrazos o el ayudarte, la fraternidad es sobre todo la observación del hermano, el estar atento al mismo, por si necesita algo y no sabe como pedirlo. Darle a un hermano lo que necesita sin que lo haya pedido, es un buen gesto masonico. Aunque ese algo como en este caso sea una buena patada...