domingo, noviembre 27, 2005

¿QUIÉN TIENE MÁS PRESIÓN, UN FUTBOLISTA O UN TRABAJADOR NORMAL?


Roberto Carlos dice que está muy presionado, muy estresado, y que por eso quiere volver a Brasil. El defensa tiene contrato hasta 2008, pero podría adelantar su regreso: "Eso depende de mí. Si estoy cansado y estresado podría ser antes, seguro. Llega un momento en que la cabeza tiene que descansar. No puedo estar tan tenso, preocupado...". Y cuando le insisten sobre el asunto, el brasileño, erre que erre, sigue con su tema favorito: "El problema está aquí. Llego todos los días con presión, presión, presión... Llega un momento en que uno se cansa”.

Es un genio. Con unos ingresos anuales que superan los 6 millones de euros, Roberto Carlos dice que está estresado... No quiero despreciar que un futbolista se sienta presionado por los muchos intereses que hay alrededor suyo, pero no es menos cierto que el deportista profesional tiene opciones para escapar de todo eso ya que posee dinero y negocios para darle un giro a su vida. La verdadera presión es la de un trabajador que tiene que mirar hasta el último céntimo para llegar a final de mes, que tiene que sacar a su familia adelante, que debe pagar mil recibos y la famosa hipoteca, y cuya estabilidad laboral se parece cada vez más a la de un futbolista... con la diferencia de que cobra mucho menos. Eso es presión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bien dicho Javier. Si Roberto Carlos quiere saber lo que es presión, o mejor dicho "bajas presiones", que se de una vueltecita por Extremadura y se relaje en la campaña de aceitunas que comienza hoy. La jornada se inicia sobre las 8:00, por lo que hay que saltar de la piltra a eso de las 7:00, tomar un cafelito y abrigarse bien (hoy a esa hora hacía 0 grados). Cuando llegas al tajo hace una niebla de esas que no te dejan ver ni para escupir, agarras la vara y comienzas a dar palos al olivo para que el fruto caiga, al mismo tiempo cae el rocío de la noche y la helada que permanecía entre las hojas de la planta. A las dos horas estás calado, embarrado y no sientes el frío porque sudas pegando palos como un poseso. Te tiras así hasta las 14:00 para cobrar la friolera de 36 €. Mientras tanto durante toda la mañana escuchas la voz del manijero diciéndote "vamos, vamos". ESO SÍ ES PRESIÓN, y mucha más presión aún cuando para remate el jornalero habla de cómo jugó ayer Roberto Carlos.

Un abrazo, ¡líder mediático!.