Los vecinos lo ven más como un intento recaudatorio, sin más. Y es que es muy duro sancionar con 750 euros a los fumadores que arrojen una colilla al pavimento y con 1500 euros a los organizadores de juegos de azar en plazas y parques. En cualquier caso, la alcaldesa Ana Botella va a ahogar la vida cotidiana de los madrileños con multitud de prohibiciones:
Prohibido colocar cierto tipo de macetas en los balcones, ventanas y alféizares (no lo entiendo). Prohibido tirar colillas o restos de comida al suelo (eso sí). Prohibido ofrecerse a lavar los parabrisas (¿por qué?, ¿por hipocresía?). Prohibido dar de comer a las mascotas o animales del parque (menuda tontería). Prohibido pasear mascotas molestas (que me lo expliquen). Prohibido hacer exhibiciones de malabarismos (¡pero si es bonito y todo!). Prohibido montar en monopatín (¿en monopatín?, pues copia de Barcelona donde en los parques hay instalaciones para los aficionados al monopatín).
Prohibido solicitar los servicios de una prostituta (cada cual tiene el derecho a hacer lo que quiera con su vida ya que la prostitución, que debería ser un oficio con su epígrafe de seguridad social, no deja de ser un acuerdo comercial). Prohibido el proxenetismo (también debería prohibirse cualquier otro tipo de tiranía laboral, ya puestos).
Prohibido vender objetos en los semáforos (más hipocresía). Prohibido tocar un instrumento sin permiso oficial (menos mal que pueden darte permiso). Prohibidas las protestas de larga duración tipo 15-M (eso es anticonstitucional). Prohibido organizar juegos de azar (espero que eso vaya por los trileros). Prohibido pedir dinero en la puerta de hospitales, iglesias y centros comerciales (más hipocresía aún). Prohibido el uso de menores para mendigar (yo también lo prohibiría, claro).
Prohibido sacudir alfombras desde la ventana (¿qué?). Prohibido cocinar en la calle con objetos como hornillos (¿puedo hacerlo entonces en El Retiro o tampoco?). Prohibido usar los bancos para otras cosas que no sean sentarse (¿por ejemplo?). Prohibido dormir en la vía pública (hipocresía a raudales). Prohibido el alquiler en grupo de un coche privado o ‘cunda’ para ir a comprar droga (¡pero si la gente va a comprar droga igual!). Prohibido jugar con barcos de control remoto en estanques y lagos municipales (me entra la risa por no llorar). Prohibido ofrecer masajes en lugares públicos (claro alcaldesa, “relaxing” es sólo tu café con leche).
‘The Independent’ ironiza en su información con el hecho de que, mientras por un lado se trata de cambiar la legislatura para permitir el consumo de tabaco en Eurovegas, el Ayuntamiento de Madrid quiere sancionar con 750 euros a los fumadores que arrojen una colilla al pavimento y con 1.500 euros a los organizadores de juegos de azar en plazas y parques. No estaría mal que entendiera la “relaxing” Ana Botella otra frase en inglés con la que voy a concluir: “No comment”.
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