ETA LE HA VENIDO MUY BIEN A MAYOR OREJA

El ex ministro del Interior y actual portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, está de un sembrado que tira de espaldas. Hace cuatro días aseguró que ETA está "agazapada, esperando su momento" ¿Y cuál es el momento? Según esta lumbrera, los terroristas vascos están "con la esperanza puesta en la crisis de España y, de modo singular, en la evolución de Cataluña" porque "para ellos lo importante es su proyecto político de ruptura". Mayor Oreja, aprovechando su presencia ayer en la manifestación de la Asociación Víctimas del Terrorismo, se reafirmó en sus palabras. Evidentemente le da igual que el actual titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, le haya replicado que ETA no está ni esperando su momento ni nada sino que "está derrotada".

Independientemente de que ETA esté “derrotada”, “agazapada” o haciendo la vertical, Mayor Oreja se está mostrando como un auténtico miserable porque, según él, si los catalanes resuelven su conflicto nacional, los terroristas vascos van a salir de la cueva, con lo cual el "dret a decidir" podría influir en el regreso de vendepatrias vascos.

Por otra parte, Mayor Oreja no es el más indicado para ir codo con codo junto a familias que han perdido a sus seres queridos por culpa de los asesinos vascos. Más que nada porque, mientras hubo terrorismo, el actual eurodiputado del PP se pudo llenar los bolsillos bastante bien y personalmente no creo que por entonces estuviera muy interesado en la desaparición de ETA.

Me explico. En febrero de 2002, el dirigente del PNV Xabier Arzalluz habló de los posibles intereses de Jaime Mayor Oreja y algunos de sus familiares en empresas privadas de seguridad que servían para tomar todo tipo de medidas contra la amenaza etarra. Por ejemplo, protección de instituciones oficiales, estaciones de tren, aeropuertos y servicios de escolta para los amenazados, especialmente para altos ejecutivos de empresas públicas.

Jaime Mayor Oreja, Mariano Rajoy, José María Mayor Oreja y Carlos Mayor Oreja presentaron una demanda civil de protección al honor. La demanda fue desestimada y considerada además temeraria por el Juzgado de Primera Instancia nº 5 de Vitoria y la Audiencia Provincial de Álava. Y es que Arzalluz no solamente tenía razón sino que había pruebas que lo demostraban.

Durante la época en la que Jaime Mayor Oreja fue ministro del Interior los gastos de escolta y protección de los perseguidos por el terrorismo fueron de 100 millones de euros, algo que está bien porque hablamos de evitar atentados. El problema es que este dinero no fue destinado a las Fuerzas de Seguridad del Estado, sino a empresas de seguridad privada donde el propio Mayor Oreja y su familia tenían estrechas vinculaciones como Ombuds, Eulen, Seguriber, Coviar, Securitas, Prosegur, P-3, Prosetecnisa y Segur-Ibérica.

La pregunta que cabe hacerse hoy es si Jaime Mayor Oreja y algún dirigente del PP más que esté en los consejos de administración de empresas de seguridad privada está realmente interesado en que ETA desaparezca. Yo tengo mis dudas.