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| Río Ultzama |
39 años, y como dice aquel que no se atreve a pronunciar las cosas por su nombre, falleció por "una larga enfermedad". Y la noticia se concreta algo más: desde los dos años tenía diabetes y luego pasó por dos trasplantes de páncreas y uno de riñón, donado por su propia madre. Fue una gran experta en ciclismo, humilde y sin aspavientos, sin ínfulas y con un patrón de humildad muy difícil de reproducir en el mejor de los telares. El diario As publicó su "última" crónica de la clásica de San Sebastián hace unos días, estaba en la SER y también era la corresponsal en Donosti en Radio Voz, cuando yo trabajaba allí. Por expreso derecho suyo, no habrá ceremonia fúnebre y sus cenizas serán repartidas por el valle del Ultzama. Teresita, tú te lo supiste callar. Cada uno es como es y unos, los más débiles, necesitamos decirlo y otros no. Los remansos del Ultzama te acogerán bien. Buen viaje, Teresa.
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