Will Hunting estalló en lágrimas cuando su profesor Sean Maguire le reveló la verdad sobre su personalidad. "No tienes la culpa". Y le abrazó. Y mis palomitas no sabía si comerlas o lanzarlas a la pantalla para decirle "¡no ves que se te escapa, no ves que se te escapa!". "No tienes la culpa". Y en eso se resumían dos horas de película donde el personaje de Will, interpretado por Matt Damon, redescubriría que era un ordenador andante pero sin ningún tipo de sentimiento y su psicólogo Sean Macguire le daría nuevas claves de lo que podría ser su vida si él quisiera, sin poner puertas al campo.
Haz click aquí. En la escena donde le dice que "no tiene la culpa".
Esa es mi película favorita de todas las que estrenó Robin Williams, que al parecer se quitó la vida en esta madrugada. La Señora Doubtfire no me daba lo que le pedía, el club de los poetas muertos lo tengo más instalado en mi adolescencia y el "gooood morning, Vietnam" era otra cosa. El carácter histriónico de Robin Williams le hundió. Su representante, Mara Buxbaum, ha indicado que "hace tiempo que luchaba contra la depresión" y, según el comunicado emitido por la oficina del sheriff del condado de Marin, la causa de la muerte apunta a un suicidio por asfixia. "No tienes la culpa".
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