lunes, marzo 26, 2012

HUELGA GENERAL. FALTAN 3 DÍAS

Cada uno tiene su postura ante la Huelga General del próximo 29 de marzo. Yo tengo claro que no voy a ir a trabajar, pero esa postura la adopto a pesar de los convocantes, que son los sindicatos UGT y CC.OO., adulterados por subvenciones y tratos de favor. Yo me movilizo como miembro del Sindicato de Periodistas de Andalucía, miembro de la Federación de Sindicatos de Periodistas.

La nuestra es una profesión especialmente precaria, donde se exige una gran competencia profesional a cambio de muy pocos derechos y prácticamente sin convenios ni comités de empresa. Todos tienen su opición sobre la reforma laboral y las medidas económicas del Gobierno en general y no hay verdades absolutas. Tan válido es el vídeo del Gobierno, donde todo parece color de rosa, como el de CC.OO. donde dejan bastante claro "lo que esconden las reformas".

En cualquier caso, lo que yo creo que pasará el 29 no será una huelga general sino un gran cabreo general. La gente está hasta el gorro de no llegar a final de mes, de buscar entre las basuras cuando antes no se hacía, de comer en Cáritas cuando antes ni se lo imaginaban y de no poder pagar el piso cuando antes no pasaba. Los desahucios están a la orden del día.

Yo no me podía imaginar que muchos currantes con medias de edad de 50 años, con familias que mantener, estén ahora sin cobrar sus salarios y protestando bajo tiendas de campaña plantadas delante de la Junta de Andalucía, como los trabajadores de Primayor. Les he prometido que me manifestaré junto a ellos el próximo 29.

En mi caso, tengo muy claro donde estoy. Soy trabajador, periodista con convenio, y con derecho a seguir teniéndolo. No tengo las más mínimas ganas de que mi empresa haga lo que le dé la gana con mi puesto de trabajo, con mi presente y con mi futuro. Tengo menos ganas todavía de que me den cuatro chavos si me despiden. Quiero vivir mi vida, quiero formarme, pensar y expresarme libremente, adaptarme a una sociedad cambiante, tener iniciativa propia y sobre todo implicarme y trabajar.

Pero no soy ninguna marioneta y, con este tipo de reforma, me convierto en un muñeco de José Luis Moreno, me convierto en todo menos en un ser humano. Yo no voy a trabajar el 29 de mayo. Me da igual lo que me digan. Mi empresa me respeta y yo respeto a mi empresa. Respeto a los piquetes sindicales informativos siempre y cuando no sean violentos. Respeto al diálogo con el jefe siempre y cuando el jefe no amenace. Con miedo no se va a ningún lado y yo no tengo ningún miedo. ¿Verdad Rosana?

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