PETER CARUANA ES EL MÁS LISTO DE LA CLASE

Peter Caruana ha pasado por Barcelona a vender Gibraltar como lugar normal. "Ya no somos un paraíso fiscal", ha afirmado en una conferencia en el Círculo del Liceo de Barcelona (leer noticia). Al margen de que haya 80.000 empresas registradas en una colonia de 30.000 habitantes, lo cual el ministro principal gibraltareño ha negado a Josep Cuní en TV3 (ver entrevista en la web del programa), Gibraltar sigue siendo el grano en el culo de la política exterior española.

El debate sobre este anacronismo histórico ha ido variando en el tiempo desde 1704. Hay quien incluso se acuerda de la patética canción de José Luís, en este caso sin "su guitarra", sobre el peñón en la TVE franquista (no te pierdas el vídeo). Los ciudadanos que viven a las faldas del peñón son tremendamente afortunados. Disfrutan de una calidad de vida que no tiene nada que ver con la de sus vecinos españoles, tienen estudios garantizados en las universidades del Reino Unido y encima dos idiomas de nacimiento que mezclan caóticamente en sus conversaciones cotidianas. La sociedad gibraltareña es diversa, de muchas confesiones religiosas, con logia masónica y todo.

Su ministro principal, Peter Caruana, ha dicho en Barcelona que la solución definitiva al tema no debe pasar por un acuerdo entre España y el Reino Unido sino por lo que digan los gibraltareños. ¡Qué listo eres, Caruana! Los gibraltareños viven mejor bajo las faldas de la reina que bajo la monarquía campechana de Juan Carlos. Resulta impensable un voto de los habitantes del peñón que abrace la bandera roja y gualda. Así de claro. Además, un reféndum de Gibraltar haría que todos miráramos a colonias españolas igual de anacrónicas como Ceuta y Melilla. Y la siguiente ficha del dominó sería la búsqueda de una analogía con Cataluña, el País Vasco... Uy, uy, uy...