A estas alturas de mi vida no estoy para poner las manos en el fuego por nadie. Pero sí estoy para reivindicar unos cuerpos de seguridad y una administración judicial iguales para todos. Y que cada caso que arroje una mínima sospecha se investigue y se esclarezca. Que no pase lo que ha pasado con este matrimonio de Jaén, el de Maximiliano y Maribel, que, tres años después de la muerte de su hijo Javier a la salida de una boda, todavía no saben qué ha pasado exactamente. La Guardia Civil cerró las investigaciones calificando de "accidental" su muerte.Estamos hablando de un tiarrón de 27 años, que no salió bebido de la celebración (hay declaraciones juradas y análisis forenses), que suspuestamente se desvió por un camino oscuro cuando tenía el hostal delante de sus narices, y que con 1,88 de estatura se cayó por un terraplén de 5 metros provocando una muerte por "politraumatismo, presentando una fractura de cadera y de pelvis con hemorragia abdominal"... La caída debió ser de vértigo porque si no ¿cómo se explica un fallecimiento tan cruel? Parece mentira que unos padres tengan que dirigirse a un criminólogo para que haga un estudio independiente y para que les diga en un tocho de 92 páginas que "en principio es una muerte sospechosa de criminalidad".
La cosa no cuadra y la Guardia Civil insiste en la muerte accidental. Es extraño y de ello me hago eco. Hoy lo hemos sacado en televisión y va a seguir saliendo en un muchos medios porque es el contraste entre el empuje de unos padres que han visto sus vidas rotas y la inoperancia de la justicia y del instituto armado. No me voy a meter en camisas de once varas porque la independencia de cualquier padre o madre para hablar de su hijo es más bien escasa, pero sí es justo pedir un poquito más de diligencia por parte de las autoridades, que no cuesta tanto. Por cierto, para quien quiera, hay un grupo en Facebook que se llama 'Justicia para Javi' y que pronto va a llegar a los 5.000 seguidores.
- Ver reportaje de Andalucía Directo (11'46")
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