No digo que nos conformemos con lo que tenemos, pero la mayoría de la gente critica al señor que le quita el sitio del aparcamiento, a la vecina que no se comporta como es debido, a la señora mayor que se te cuela en el mercado (me incluyo entre los que se quejan), al jefe de tu trabajo por los motivos que todos sabemos, al gobierno, sea el que sea, y un largo etcétera.
No digo que estemos en un paraíso y que no debamos ser críticos. Este blog, por ejemplo, es ante todo crítico. Y es verdad que tenemos un 20 por ciento de paro y 4 millones y medio de desempleados, con 9 millones de pobres y un millón de familias donde no trabaja ninguno de los dos miembros de la pareja, pero tenemos una sanidad más que competente, educación pública para todos, gente que se apunta a la Seguridad Social... Sin embargo, todos vivimos en una eterna desazón, en una depresión donde examinamos a los nuestros como si nos debieran rendir cuentas a diario de lo que hacen y de lo que no hacen, para luego decepcionarnos.
Es una constante queja contra la cual puedo luchar con argumentos, pero hoy prefiero los números. Según la revista 'International Living', en 2010, España estaba en el número 17 del ranking de calidad de vida del mundo, en un índice de 194 países donde se valoraba el coste de la vida, la cultura y el ocio, la economía, el medio ambiente, las libertades, la salud, las infraestructuras, la seguridad y el clima.
Es un ranking de 2010 (ver aquí) donde los franceses son los mejores, seguidos de Australia, Suiza y Alemania. Estados Unidos está en el puesto séptimo, y nosotros en el 17º. Detrás de España encontramos países como Finlandia, Andorra, Reino Unido, Argentina, Suecia o Japón. ¿Nos quejamos de vicio? Puede que sí.
4 comentarios:
en efecto, te vi aquella mañana del juicio en la puerta de la audiencia en la que no nos dijimos nada
Total mente de acuerdo que hay mucha gente que se queja de vicio, alomegor es que no estan en la situación de muchas familias que se ven y se las desean para llegar a final de mes, lo que no llego a comprender es que "los representantes politicos" se dediquen a engordar sus patrimonios, en lugar de justificar sus sueldos que para mi no se merecen.
Pues sí que nos quejamos de vicio, sí. O al menos más de lo que deberíamos. Leerte me ha hecho recordar que hay que quejarse menos y valorar más lo que se tiene.
Y cada uno se queja en función del contexto que le rodea y en el que vive, dependiendo de con qué puede comparar lo que le pasa.
¿Que siempre podemos fijarnos en algo que va peor y sentir que no es lícito que nos quejemos? Cierto.
Pero tampoco es cuestión de caer en el conformismo o en la incomprensión de la queja del otro, ya que cada uno tiene sus razones, sus vivencias y su umbral de sufrimiento.
Publicar un comentario