LOS REYES SON JUEGO Y JUGAR NO ES CUESTIÓN DE DINERO SINO DE MAGIA

A la ciudad hoy le faltan contenedores para reciclar papel, cartón y plásticos. El viento empuja juguetes rotos, no "triunfitos" fracasados sino juguetes de verdad, cosas que los niños mimados no quieren. Nadie no ha limpiado esta mañana. Sobra plástico y faltan trabajadores de limpieza. Son los juguetes de los que no pueden escribir a los reyes magos, los que no pueden pisar las tiendas, los que sólo pueden ir a Cáritas. Es la otra cara del roscón. Dentro está la haba, el muñequito y un folio en blanco con aquella carta a los magos que nunca pudo ser escrita y que se sale de los contenedores sucios.

Ayer por la tarde estuve jugando con mis sobrinos a las cuatro en raya y al final estuvimos haciéndonos cosquillas. Dondequiera que estén, los reyes de oriente seguro que se estarían tronchando con nosotros en ese día donde Sus Majestades quedan a un margen y los niños son los protagonistas. Mis sobrinos y yo partiéndonos de risa a cosquillazo limpio encima de una manta. ¿Qué dinero cuesta eso? Por eso, reír y jugar con los que más quieres no una es cuestión de dinero, sino de magia. Las cajas sucias son gasto inútil, cansancio de material, regalar por regalar, consumo hasta la extenuación, despilfarro excesivo.