TRES PUNTOS Y GRACIAS

Cuando caminaba ayer hacia el Bernabéu, vi una bufanda del Madrid donde ponía “Ganar”. Ese era el slogan de la última campaña electoral de Florentino Pérez. La pregunta es “a qué precio”. Ganar porque sí, o ganar demostrando lo que uno vale. De momento el Madrid gana, aunque sea a trompicones, pero no lo hace con claridad. Lo hace pidiendo la hora, con un gol de penalti y racaneando un fútbol que debería repartir con generosidad.

Acaba el partido, bajo a la sala de prensa y me encuentro a Luxemburgo nervioso. Mi amigo Diego Torres, de ‘El País’, le pregunta sobre quién decide los jugadores que lanzan los penaltis y el entrenador blanco se molesta. Luxe asegura que sólo él decidió que debía lanzar Robinho y después Roberto Carlos. Después otro compañero le pregunta por la reacción de la afición, que pitó a su equipo, y el brasileño, ni corto ni perezoso, critica al socio blanco. Dice que no son conscientes de las bajas que hay. Quizá Luxe tampoco sea consciente de lo que cuesta un abono y de que este año sí tiene alternativas en la plantilla. Y en dos semanas hay derbi contra el Barça... aunque el Madrid en los 'clásicos' cambia la cara.