En pleno debate del Estado de la Nación, el líder del PSC Pere Navarro, ese estadista que deja a Montilla a la altura de Churchill, apuntó la posibilidad de que el rey abdicara como una medida más de regeneración democrática. Todo ello suponiendo, y esto es cosecha mía, que Felipe VI diera aires nuevos a un régimen político más viciado que otra cosa, cuando es precisamente la monarquía y su carácter hereditario lo más anti-democrático que hay.¿Tendré yo derecho a decidir en las urnas quién quiero que sea el jefe del Estado en los próximos cuatro años? ¿Podremos decidir todos como ciudadanos libres entre varios candidatos y candidatas a presidente que no tienen por qué coincidir con las siglas de un partido político sino con un determinado número de firmas? ¿Podrá ser esa votación a dos vueltas, hasta que el presidente o presidenta tenga más de la mitad de los votos?
Al fin y al cabo, que haya una república tampoco es tan radical. Y si quiere presentarse a presidente Juan Carlos de Borbón, que lo haga... Ya se ve en la foto. ¡Está hecho un chaval!
1 comentario:
El campechano, esta como para correr una maraton.
Publicar un comentario