¡Qué cara más dura! Ayer los taurinos llenaban por primera vez en mucho tiempo la plaza de toros de Barcelona y gritaban “libertad, libertad, libertad”. Y todo porque se acaban los toros en Cataluña por decisión del Parlament de Catalunya, que lo votó por mayoría absoluta. Y porque 180.000 catalanes, más del triple de lo exigido, se lo pidieron con su firma y su DNI. El concepto “libertad” es posiblemente el valor más prostituido del mundo. En nombre de la libertad se han cometido auténticas barbaridades, cuando la libertad consiste en hacer todo lo que uno quiera pero siempre respetando al otro.
¿Libertad de torturar en público a un animal? En TV3 he visto a una señora diciendo que “el toro lo creó Dios para morir en la plaza”. ¡Usted sí que sabe! Y Dios dijo “hágase el picador montado a caballo para machacarlo bien, hágase el banderillero para clavar más todavía, hágase el torero para hacer arte sobre un animal moribundo, hágase la estocada para que el diestro ejecute al toro, y hágase la puntilla para cuando el animal esté medio muerto”. Y la plaza Monumental al unísono gritaba “libertad, libertad, libertad”. Claro que sí. Ahora nos van a dar lecciones de libertad.
3 comentarios:
Personalmente no me gustan los toros; pero a la hora de prohibir no se puede ser tan tajante. Se prohiben las corridas de toros en Cataluña, pero no el resto de fiestas, de tradicción más "catalana", como los toros de fuego, etc... Si se prohibe la tauromaquia, porque se hace sufrir al animal, que se sufriman todos los festejos en los que igualmente sufre. Es más, yo suprimiría también las granjas en las que los pollos crecen apelmazados, las vaquerías que estabulizan a los rumiantes para que engorden rápido, comiendo harinas de restos de hermanos y que mueren sin haber visto una brizna de hierba natural.
Por otro lado, el toro de lidia, no existiría sin la tauromaquia, como no existirían miles de hectáreas de dehesas bien conservadas, que de haber seguido los pasos del parlamento catalán hoy día serían urbanizaciones de casitas adosadas.
Espero que los 180.000 que firmaron, no coman carne de vaca estabulada, se cercioren de que el pollo que comen es campero y , firmen para la desaparición del resto de festejos con toros. Si no es así, no me vale.
Desde barcelona,gracias, comentarios como el tuyo nos animan a pensar que somos muchos los que seguimos gozando de sensibilidad que nos transmiten los animales...una abraÇada
Yo considero que es un paso positivo en una sociedad que se supone que tiende al desarrollo (o, al menos, debería) y que este tipo de prohibiciones son a favor de la libertad. A lo largo de un montón de siglos se han prohibido cosas en este país: Se ha abolido la esclavitud, la pena de muerte, penalizado el maltrato y las agresiones entre personas... Bajo mi punto de vista, prohibir las corridas es un paso más en el desarrollo y el cambio social, pero bueno, cada uno puede tener su parecer al respecto y lo entiendo.
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