Casi 5 millones de personas en España no se van a sentir identificadas con lo que voy a decir a continuación. Porque no tienen trabajo y precisamente es lo que anhelan. No tener trabajo genera una impotencia e incluso un cuadro depresivo muy difícil de combatir y de atajar desde el punto de vista psicológico. El que busca trabajo y sabe que vale no entiende por qué los demás están tocados por una varita mágica y él no. A veces intenta encontrar una explicación y eso hace que se le mine la autoestima más todavía. En España casi nunca llegas a una empresa porque eres bueno, sino porque eres "colega de". Un amigo alemán que tuve en Madrid no se lo explicaba. Sus valores eran distintos y yo creo que tenía razón. El trabajo debe ser para los competentes.
Hablo por experiencia. Muchos jóvenes estudiantes de periodismo conseguían antes que yo un trabajo en la radio deportiva con facilidad porque vivían con sus padres y se podían permitir cobrar cantidades miserables a cambio de trabajar horas interminables. Y ahí llega la cuestión: ¿tu vida es para trabajar o lo que sacas de trabajar te sirve para vivir? Quizá a otros niveles, cuando el trabajo te permite vivir desde el punto de vista económico, te condiciona la vida privada. Todos los que trabajamos estamos enganchados a nuestra ocupación en mayor o menor medida. Nos condiciona la vida, nuestra vida privada, uno de nuestros mayores tesoros.
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