viernes, mayo 04, 2012

SER PERIODISTA, TRABAJAR Y COBRAR

Lo normal cuando vas a trabajar es que cobres. Pues bien, hoy por hoy muchos chicos y chicas que hacen trabajos periodísticos en España que podría ejecutar cualquier persona legalmente contratada no ven ni un euro. Cuando tenía 14 años, en 1988, yo cobraba 1.000 pesetas por estar el domingo entero en la emisora municipal de Santa Coloma de Gramenet hacieno fútbol. Cuatro años después en COPE Barcelona, con José María García cobrando una millonada en Madrid, yo percibía 1.100 pesetas cada domingo por ir a un campo de regional en un "tiempo de juego" que se hacía a nivel catalán. Cinco años después firmé mi primer contrato con 22 años. Trabajé en Onda Cero Reus por 96.000 pesetas al mes. La jornada era de 7.30 de la mañana hasta las la medianoche sin apenas tiempo para comer ni vida privada, y el fin de semana también hacía Barça y Espanyol. Con 24 años, Gaspar Rosety me dio la oportunidad de mi vida: me llevó a Madrid a trabajar con él en la desaparecida Cadena Radio Voz con buenas condicines profesionles y excelente trato personal. Fue mi maestro en la radio deportiva y hoy está entre mis amigos. Cuando Telefónica se comió Onda Cero, Radio España y Radio Voz fuí al paro y me costó recuperarme. Afortundamente, 15 años después de haber conocido a Rosety, tengo trabajo en Canal Sur TV y no me puedo quejar.

Igual te importa un pito esta historia, y lo entenderia, pero es la historia de miles y miles de periodistas en España, con experiencia, titulados en la universidad, bien formados y con idiomas... y sin ver un euro o directamente en la calle. La jornada de ayer fue el día mundial de libertad de prensa y las asociaciones de periodistas firmaron un manifiesto pensando quizá en estas personas. Porque hoy, en España, los conceptos "libertad de prensa" y "periodistas pagados decentemente" no están del todo bien implantandos. Lo que pasa con los periodistas aquí te afecta más de lo que te puedas imaginar, porque si ser cronista de la actualidad consiste en fabricar la información como si fuera hacer morcillas tú no estarás informado suficientemente y serás un poco más marioneta cada día que pase. Ayer muchos periodistas en toda España y de todas las ideologias salimos a la calle pensando en la importancia de un periodismo independiente y en la calidad de la democracia

Manifiesto por la libertad de prensa.
"Sin periodistas no hay periodismo. Sin periodismo no hay democracia."

Las Naciones Unidas proclamaron en 1993 el 3 de mayo como el “Día Mundial de la Libertad de Prensa” con el reconocimiento de que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática.

La FAPE asume por completo estos principios y hace un llamamiento a los poderes e instituciones públicos y a la sociedad española en general para que defiendan y promuevan la libertad de prensa, como garantía imprescindible del régimen democrático que disfrutamos.

La celebración de hoy se viste en nuestro país con el ropaje de la grave crisis que atraviesa el sector periodístico, que se ha traducido en los últimos cuatro años en la pérdida de alrededor de 6.000 empleos, el cierre de decenas de medios, el aumento del intrusismo, la precariedad laboral generalizada y el acoso de los poderes a nuestro trabajo.

Ante esta situación, la FAPE, en representación de sus 48 asociaciones de periodistas y de las 15 organizaciones vinculadas, hace la siguiente declaración bajo el lema “SIN PERIODISTAS, NO HAY PERIODISMO Y SIN PERIODISMO, NO HAY DEMOCRACIA”.

MANIFESTAMOS

Nuestro más firme compromiso con la defensa de la libertad de prensa, a la que consideramos un pilar fundamental de la democracia y motor imprescindible de la convivencia, el diálogo y el debate cívico.

QUE la libertad de prensa es un valor supremo de las democracias que ha de conjugarse con otros derechos individuales

QUE la mejor manera de fortalecer la libertad de prensa es el ejercicio responsable del periodismo por los periodistas y los editores, basado en el estricto cumplimiento de las normas éticas y deontológicas y en valores como la integridad y el rigor profesional.

QUE la libertad de expresión se debilita cuando el periodismo se convierte en una fuente de manipulación, de sensacionalismo, de promoción de odios y prejuicios y de defensa de intereses espurios.

QUE tenemos la ineludible exigencia de promover los más altos estándares éticos en el ejercicio diario de nuestra tarea, sea en el soporte que sea, en el entendimiento de que el periodismo debe lealtad ante todo a los ciudadanos y a su derecho a la información.

La libertad de prensa es una conquista de nuestra sociedad democrática, pero en los últimos tiempos comprobamos un alarmante aumento de las restricciones, como son las ruedas de prensa sin preguntas, los contenidos enlatados elaborados por los partidos, los bloques electorales y las iniciativas de distintas instituciones de limitar el derecho de información en las coberturas de sus actividades.

Entre estas restricciones, DESTACAMOS

-La reducción de las redacciones, las rebajas salariales y la sustitución de periodistas experimentados por becarios y contratados a los que se paga salarios indignos y que difícilmente podrán resistir las presiones de los poderes si su puesto de trabajo pende de un hilo.

La aplicación de normas penales desproporcionadas contra quienes, en el ejercicio legítimo de su derecho a la libertad de opinión y expresión, informan sobre actividades presuntamente ilícitas de determinadas autoridades públicas.

La aprobación por parte de las instituciones de instrucciones y normas que cercenan la libertad de expresión y el derecho de información.

La existencia de contratos de trabajo leoninos, en los que se exige la cesión total de los derechos de autor, y las ofertas de empleo indignas, algunas de ellas procedentes de medios dirigidos por periodistas.

La negativa de los gobernantes a asumir públicamente las explicaciones ante los ciudadanos, practicada reiteradamente con la convocatoria de ruedas de prensa sin derecho a preguntas.

La utilización de las concesiones de publicidad institucional o las licencias de radio y televisión para castigar o premiar a medios y periodistas en relación con su línea editorial o la cobertura de una determinada información.

Los juicios paralelos, la compra de testimonios y la anulación de la presunción de inocencia, uno de los pilares de nuestro sistema de justicia y una garantía contra los abusos del poder.

La libertad de prensa, en definitiva, pierde su fuerza cuando periodistas y medios abandonan las normas éticas y deontológicas y rompen su compromiso con la sociedad de ejercer el control del funcionamiento estatal, de la gestión pública y de la corrupción, esencial en todo sistema democrático.

Terminamos rindiendo homenaje a los periodistas que han pagado con su vida la defensa de la libertad de expresión, sobre todo en Latinoamérica, al mismo tiempo que exigimos a los Gobiernos que persigan a los asesinos y terminen con el clima de intolerable impunidad en que desarrollan sus crímenes.

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