Me llama mi productor y me dice "van a tocar el fagot" y yo le suelto un chiste malo: "¡ah!, una marca de electrodomésticos". "No, un instrumento musical, pero no sé como es". "Ja ja ja". Cuando me toca hablar con los músicos de fagot que están aprendiendo en un curso intensivo, me sorprendo.
Conozco a una niña de diez años. Con lo alto que es el fagot, el instrumento es casi de la misma estatura que ella y pesa mucho. Luego me cuenta que le gusta la sonoridad especial del fagot, y que su padre toca la tuba en la banda de música de su pueblo, y que está acostumbrada a escuchar música clásica desde pequeña. Es muy importante crecer en un ambiente intelectual. Mucho.
Luego hablo con un amigo que reconoce que sufre dependencia de la televisión. Me explica que no concibe llegar a casa y no poner la tele. Y sabe que se pueden hacer mil cosas, como abrir un libro, hablar con tu pareja, salir a dar una vuelta... Quizá sea un tema de falta de cultura de los españoles o de malos hábitos. O de que haga falta crecer en lo que llamaba un "ambiente intelectual" para apreciar las cosas. Luego me llaman elitista...
1 comentario:
No, elitista, no. Realista. Un niño no se cría igual intelectualmente si ve libros y ambiente de lectura en su casa, y si tiene libros a mano (caso de mis hijos, por ejemplo), que otro al que no se le inculque el amor por la lectura. En la vida podrá ser igual.
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