DERECHOS CONTRA DERECHOS

¿Qué vale más, que una presidenta de la Junta de Andalucía diga que hay 12.000 familias esperando en una una lista de espera para poder acceder a una vivienda social? ¿O quizás la labor de las luchadoras de Corrala Utopía, en riesgo de exclusión social, todas negociando con el Defensor del Pueblo Andaluz, Ibercaja, la Consejería de Vivienda del gobierno andaluz, hasta ahora de IU, y el Ayuntamiento de Sevilla, del PP, generalmente ausente?

¿Qué vale más, un auténtico terremoto político donde la socialista Susana Díaz, ansiosa de promoción personal, se haga valer de un puñetazo en la mesa con dudas sobre una prevaricación para al final quitar las competencias de asignación de vivienda social a Izquierda Unida? ¿O que las negociaciones de las mujeres de Corrala hayan quedado estancadas desde su nacimiento por la negativa de Ibercaja a ceder respecto al edificio y no presentarse a las reuniones, mientras que en Sevilla se podrían contar hasta 500 viviendas vacías?

Corrala Utopía se ha convertido en el ojo del huracán de una crisis de Gobierno por su manera de ocupar viviendas, organizada y públicamente, pese a los cortes de luz y de agua constantes. Y hasta llegaron. a negociar pisos de protección oficial de la Junta de Andalucía en siete meses con un realojo provisional. Pero el desahucio del pasado domingo liberaba de todo compromiso a la Junta y a Ibercaja, que es el banco al que se está ayudando realmente.

No estaría mal decir lo que ha comentado la portavoz de la PAH, Ada Colau: "El cumplimiento de la legalidad obliga a las instituciones a realojar a cualquier familia, y lo que no puede ser es que por que haya otras esperando, no se realoje a nadie". "La respuesta del PSOE ha sido intentar enfrentar a los pobres contra los pobres".