martes, agosto 01, 2006

FIDEL


"Y esa llamita de esperanza que nos queda en Cuba, no la podemos perder". Así de ilusa era una compañera mía de facultad, muy solidaria con las causas de la revolución. Vamos, que para ella lo progre era apoyar a Fidel. Y me decía medio achinando sus ojos y poniendo su amplio pecho como tarjeta de presentación que yo era "un facha". Y me lo decía con una sonrisa. Así que casi le pedía que me llamara "facha" varias veces.

Lo único que le había dicho es que Fidel era un dictador, que encarcelaba a la gente sólo por su manera de pensar y que en Cuba no había judíos, pero sí había homosexuales, y se les mandaba a campos de reeducación. Mucha gente vivía (y vive) engañada con Fidel. Como su fuera el gran estandarte de las causas perdidas, el defensor de los pobres que vive en 28 casas diferentes, que las cambia según requerimientos de seguridad y que tiene en su despensa todo lo que le falta a su pueblo. Años después, mi amiga me dijo que que, con el tiempo, se había dado cuenta de muchas cosas...

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