CUANDO NO TIENES TIEMPO DE VIVIR LO QUE TÚ QUIERES SIN QUE TE IMPONGAN NADA

Dicen algunos psicólogos que los cambios de estación del año, como este bochorno de 40 grados, tienen su repercusión anímica y normalmente para mal. En mi caso, estoy especialmente triste. Tengo un sentimento de fatiga cada vez que vuelvo a casa. No sé si será un maletín más pesado, unos andares más lentos, unas dificultades mayores para ver (por ejemplo,ya no puedo leer un periódico con normalidad), un dolor en la rodilla que no se me va, un tratamiento que me hastía o una vida de monje trapense que casi me agria. Esta semana he tenido una situación en la que me he visto obligado a escoger entre la continuación de un tratamiento crucial para seguir vivo o la realización de uno de mis sueños, que es hablar en francés... y como todavía me queda algo de cerebro, he debido tirar por lo más razonable, que es mi salud. Mi salud contra mis sueños. Muy triste.